Pérdida de peso, fiebre, fatiga, dolor y cólicos, son algunos de los síntomas que pueden indicar la presencia de la enfermedad inflamatoria intestinal, que se trata de un conjunto de padecimientos que llevan a una inflamación crónica del colon y del intestino delgado y cada vez afecta más a población a partir de los 20 años de edad.
La Secretaría de Salud informó que cada 19 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, y en el caso de los jóvenes, se asocia a los altos niveles de estrés y ansiedad, así como al consumo de alimentos poco saludables, con exceso de irritantes y conservadores, además del tabaquismo.
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Este padecimiento puede impactar negativamente en la calidad de vida, ya que las personas se ven limitadas a realizar actividades debido al dolor y malestar general que que provoca, que también ocasiona sangre en las heces.
Además de la la población joven, la enfermedad inflamatoria intestinal afecta a personas mayores a partir de los 60 a 70 años, debido a que con el envejecimiento celular, se presentan alteraciones en el sistema digestivo.
La SSa dio a conocer que como su nombre lo indica, la inflamación crónica del colon, ocurre cuando dicho órgano se inflama, de manera más precisa, en la capa interna de dicho órgano (colon) denominada, mucosa.
Este padecimiento acarrea otras consecuencias como úlceras, enrojecimiento en ojos y dolor articular.
En lo que respecta a la enfermedad de Crohn, se trata de la inflamación de cualquiera parte del tracto digestivo, que con mayor frecuencia ocurre en el intestino delgado.
En menor medida, dicha enfermedad provoca afectación desde la boca hasta el ano, es decir, en todo el aparato digestivo.
En el marco del Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, la Secretaría de Salud informó que es importante identificar los síntomas, que en una primera etapa, provoca diarrea crónica, sangrado rectal, dolor abdominal y pérdida de peso, que persisten por más de cuatro semanas.
En caso de presentar esta sintomatología, es necesario acudir a un médico para que realice la evaluación clínica, y en caso de requerirse, canalizar al paciente con un especialista.
Cabe recordar que la automedicación no es una solución y puede provocar mayor afectación, ya que estos padecimientos pueden confundirse con enfermedades infecciosas o de otro tipo, que no pueden ser tratadas sin supervisión médica.
El diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal se realiza mediante pruebas de laboratorio, y estudios como colonoscopia o endoscopia, rayos X y entero-resonancia, que permiten al especialista, visualizar la estructura del intestino grueso.