La Coordinadora del Programa de Detección Oportuna de la Comisión de Atenciones, Marisol Arroyo expuso que tratar a una persona con tabaquismo en una etapa avanzada resulta 10 veces más caro que tratar a una persona con un menor tiempo de consumo.
La especialista indicó que el lema de este año en el marco del Día Mundial sin cigarro, "Cultivemos alimento, no tabaco", fue pensado para llevarse a cabo no sólo en una fecha, o un mes, sino todo el año.
En este contexto expuso que los pacientes fumadores, deben tener dieta para poder evitar la pérdida de energía, debido a que es común que al abandonar el hábito de fumar opten por consumir otro tipo de productos.
Una persona que fumaba y se somete a un tratamiento o decide dejar de fumar muy comúnmente sustituyen el cigarro, por la llamada comida "chatarra", a lo que la coordinadora señaló, provoca que el paciente empiece a tomar malas decisiones.
Es muy común que las personas que dejan de fumar suban de peso, sin embargo es un mito que aumenten únicamente por el hecho de no fumar, es decir, la persona sube de peso debido a que empieza a consumir más alimentos para " sustituir" o "calmar" la ansiedad que les produce, la falta de tabaco.
Lo que ocurre es que al dejar de fumar, "optan por comer alimentos como chocolates, frituras, refrescos y otros productos que tienen una gran cantidad de calorías y además provocan un aumento en el peso corporal y descompensan la nutrición de la persona"
La coordinadora agregó que por esta misma causa es necesario mitigar la ganancia de peso, es decir evitarla mediante una dieta adecuada a la par de tratamiento que se sigue para el tabaquismo.
Asimismo, señaló que cuando se hace el diagnóstico, se deben de tomar en cuenta factores de riesgo que pueden llevar a otras enfermedades como es la edad, es decir, a partir de los 50 años es más probable que una persona fumadora desencadene enfermedades como algún tipo de cáncer por citar un ejemplo.
Esto ocurre, porque si una persona de 50 años o mas, comenzó a fumar a los 18 años, el daño por el consumo de tabaco es mucho más avanzado que el una persona de 30 años que también haya iniciado a fumar a la edad de 18 años.
Esto, debido a que la persona menor edad tendrá menos tiempo de exponerse al humo, por lo tanto, es menos probable que haya desarrollado padecimientos o que esto se pueda tratar de manera oportuna.
Indicó que el tabaquismo también conlleva un desgaste económico debido a lo que anteriormente se citó respecto al tratamiento en etapa avanzada.
Por lo anterior, destacó la importancia de que las y los jóvenes sean conscientes del daño que origina el consumo de tabaco a corto mediano y largo plazo.
Finalizó exhortando a optar por una vida libre del humo de tabaco y a pedir de ayuda profesional en caso de que no se pueda dejar el hábito o vicio por sí mismo.