Los casos de cirrosis hepática alcohólica han aumentado 40 por ciento en los últimos dos años, ya que de acuerdo con el Informe de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades por Consumo de Alcohol de Salud Federal, los nuevos pacientes o casos atendidos en instituciones públicas pasaron de 284 entre enero y la primera semana de diciembre de 2020 a 398 en el mismo periodo de 2022.
El informe muestra que respecto a 2021, los casos muestran un aumento de 398 a 365.
Además de la cirrosis hepática alcohólica, se encuentra la enfermedad alcohólica del hígado, que aumentó 12.5 por ciento en el periodo citado, de 279 a 314 casos atendidos en hospitales en instituciones públicas de la entidad.
De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social, el alcoholismo es una enfermedad que puede atacar a cualquier persona, independientemente de la edad, sexo, o clase social, y deteriora rápidamente la salud física, pero también provoca alteraciones psicológicas y mentales progresivas y muchas veces irreversibles.
En lo que respecta a daños de salud física, el alcoholismo provoca enfermedades del hígado como la cirrosis hepática o enfermedad alcohólica del hígado, que son las que comúnmente se conocen.
Sin embargo, el consumo de alcohol inmoderado es causa de enfermedades gástricas que van desde gastritis, colitis hasta úlceras, que de igual forma deterioran la calidad de vida de las personas que la padecen
Por otra parte se encuentran los daños mentales, esto se refleja en la falta de energía que puede ir progresando, por lo que una persona que no atiende este padecimiento como tal puede llegar a consecuencias como la pérdida de empleo, un bajo rendimiento escolar en el caso de estudiantes, además que de comúnmente su forma de relacionarse en los distintos entornos cambia, y generalmente para mal.
La SSa informó que una persona que consume alcohol al grado de considerarse enfermedad o adicción es aquella que no puede estar sin beber, pues tiene una necesidad de consumirlo en cualquier momento y sin control.
Esto hace que además se le considere un factor de riesgo o afectación en la vida social, pues al perder empleo y no contar con recursos, la persona busca la manera de conseguir dinero para comprar alcohol, incluyendo actividades ilícitas, cuando el grado de alcoholismo es extremo.
Aunque el alcoholismo se relaciona más con el sexo masculino, éste se presenta también en mujeres, incluso en una tendencia en aumento, sin embargo, se trata de una forma de consumir distinta.
En el caso de los hombres, beben cuando están con amigos, en fiestas, en casa, e incluso solos, pero las mujeres, principalmente si están en una relación marital y con hijos, cuidan de beber a solas, para que no se den cuenta.
En este sentido, en el caso de las mujeres, se observa que aun entre las mismas existe ese tabú de que beber a la vista de los demás es malo, sin embargo, el Sector Salud advierte que no se trata de señalar que un brindis ocasional y moderado es algo malo, sino de crear conciencia de que el consumo constante y en altas dosis significa un problema de salud.
La estadística indica que en el caso de las mujeres que beben de manera descontrolada, el 87 por ciento oscila entre los 21 y 34 años de edad en tanto que los hombres, tiene mayor consumo en edad de los 47 a los 60 años de edad.