Las atenciones por enfermedad hepática por consumo de alcohol presentan un aumento del 12.5 entre el periodo comprendido de enero a octubre de 2023 y el mismo del 2024, al pasar de 279 a 314 casos respectivamente en la entidad.
Estas cifras, forman parte de los Datos del Sistema Único de Información de la Secretaría de Salud (SSA) y permiten establecer que en promedio, este 2024 se han atendido 31 pacientes al mes, por enfermedad hepática por alcohol.
El promedio mensual ha incrementado en los últimos dos años, pues en 2022 se tuvo un promedio de 26 y en 2023 fue de 28.
Sin embargo, esta enfermedad no es la única que se desprende por el uso excesivo de bebidas embriagantes, pues se relaciona con males cardiovasculares, úlceras, diabetes e incluso trastornos de la conducta y daño mental y algunos tipos de cáncer.
La Secretaría de Salud informó que cada 15 de noviembre, se conmemora el Día Nacional contra el Uso Nocivo del Alcohol, y en esta fecha, se busca visibilizar el riesgo que conlleva el consumo de bebidas alcohólicas de manera desmedida.
En esta fecha, también se busca reducir este problema que en la actualidad se considera de salud pública, ya que en los últimos años ha incrementado en adolescentes y jóvenes.
El urgenciólogo Vicente Méndez explicó que la enfermedad hepática inducida por alcohol es muy prevalente, debido a que cada vez las personas inician a beber a menor edad.
Expuso que cuando esto ocurre, las células del hígado se destruyen produciendo una inflamación, lo que a su vez desemboca en cirrosis.
Mencionó que casi el 10% de todos los adultos en el mundo, pueden tener un patrón de abuso en el consumo de alcohol en su vida.
Añadió que además, el consumo de alcohol de forma excesiva se asocia a muchos problemas de salud, incluidas las discapacidades por accidentes de tránsito y violencia.
En este contexto, el especialista citó que una persona con problemas de consumo de alcohol, empieza a beber de manera recurrente, y se va deteriorando su funcionalidad, no solamente personal sino familiar, escolar, laboral y social.
Aunque hay muchos estándares de medición, expuso que "podemos hablar de consumo de riesgo cuando tenemos la presencia de más de 14 días bebidas por semana o de 4 bebidas al día en los hombres". En el caso de las mujeres es de siete bebidas por semana o más de tres bebidas al día.
Esta forma de beber se intensifica por periodos más prolongados, cuando la persona siente un deseo persistente por beber y fracasa al tratar de suspender el consumo de alcohol, lo que se agrava hasta el incumplimiento de su rol en distintos ámbitos.
Invitó a que durante este mes en que se conmemora el Día Nacional contra el Uso Nocivo del Alcohol, se busque terminar con los mitos sobre este tema, pues se cree que afecta sólo a hombres, aunque en realidad muchas mujeres padecen esta condición.
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En este sentido, reiteró que el consumo excesivo de bebidas embriagantes daña la salud física y mental, provoca problemas en la familia, escuela y trabajo, lo que impacta negativamente en el desarrollo de las personas.
Puntualizó, que independientemente de si se trata de un hombre o una mujer, todas las personas tienen derecho a vivir libre de cualquier adicción.
Por lo anterior, hizo un llamado a todos los sectores de la sociedad, para brindar apoyo a las personas que tienen problemas en su manera de beber, para que accedan a una ayuda profesional.
