La hepatitis agua infantil fue un malestar que surgió entre dudas, encendiendo las alarmas entre los organismos de salud del mundo, pues mientras algunos encontraban su relación en menores que habían padecido Covid-19, en otros no encontraban la cadena que lo relacionara con esta pandemia que afectó al mundo, pero un grupo de expertos se dio a la tarea de ir al fondo.
El estudio tuvo lugar en Reino Unido de la mano entre la universidad de Glasgow en Escocia y el University College de Londres y partió de la base de la crisis sanitaria a la que fueron expuestos algunos menores, principalmente aquellos que no fueron expuestos de manera temprana a virus comunes como el adenovirus y el llamado virus adenoasociado.
¿Cómo surgió la hepatitis infantil?
De acuerdo con este trabajo, al estar expuestos sin ninguna inmunidad a ambos virus se hizo posible que quienes de nacimiento tuvieran una predisposición desarrollaran una enfermedad en el hígado; el trabajo estuvo a cargo de Judith Breuer y Emma Thomson quienes hallaron que la hepatitis pediátrica aguda no A-E tiene relación con la presencia de una infección por AAV2.
A su vez, este podrá ser tanto un patógeno primario como un biomarcador útil de una infección reciente por HAdV (adenovirus humanos) o HHV6B (virus herpes humano 6), por lo que las expertas remarcaron la urgencia que existe en la realización de estudios más amplios para investigar el papel del AAV2 en los casos de hepatitis pediátrica.
Por otra parte, respecto al AAV2 se determinó que es un virus que no se suele controlar de forma rutinaria, por lo que un pico de infección por adenovirus puede coincidir con un pico en la exposición al AAV2, que a su vez pudo haber llevado a una manifestación inusual de hepatitis en niños.
De acuerdo con las especialistas, fuer tras levantar las restricciones que los pequeños comenzaron nuevamente a mezclarse y por consiguiente los virus comenzaron a circular de manera libre, por lo que los niños se vieron expuestos ante una falta de inmunidad, ante un conjunto de infecciones.
¿Qué se sabe de la hepatitis aguda infantil?
Dentro de los síntomas con los que se presenta la hepatitis aguda infantil se encuentran vómitos, diarrea o dolor abdominal, ictericia que es la coloración amarilla de los ojos y la piel, además de la presencia de heces pálidas; cabe señalar que, aunque de manera general se cura sin consecuencias inmediatas graves, existen casos en los que la infección puede dar lugar a una infección crónica.
En los casos en los que la enfermedad es más grave, puede terminar por generar cicatrices, a deteriorar la capacidad funcional e incluso puede desencadenar en un cáncer, aunque esta enfermedad suele ser más grave en adultos que en niños, pues los mayores presentan signos y síntomas con mayor frecuencia, entre mayor sea la edad.
Cabe destacar que la mayoría de los niños no experimenta ningún síntoma visible y en un menor porcentaje presentan ictericia, por lo que suele curarse de manera rápida sin necesidad de tratamientos especiales, aunque suele desencadenar insuficiencia hepática aguda e incluso la muerte de lo ponérsele la atención debida.
Publicado originalmente en El Sol de Puebla