Evitar alimentos con exceso de grasas, azúcares y sodio, así como aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y leguminosas, son algunas de las recomendaciones para prevenir la obesidad infantil.
De acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa) la educación para una alimentación equilibrada debe iniciar desde los primeros años de vida, dentro del hogar.
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Por lo anterior, es muy importante que los menores conozcan los beneficios de llevar una dieta equilibrada y las posibles consecuencias de no hacerlo.
De acuerdo con la dependencia, cuando los niños aprenden a comer equilibradamente desde pequeños, adoptan un gusto por alimentos más saludables.
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De igual manera, es necesario inculcar el hábito de la práctica de actividad física, por al menos 60 minutos diarios.
La Ssa destaca que para prevenir obesidad infantil, también es necesario alimentar a los bebés exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida.
Posteriormente, se deben añadir alimentos sólidos y mantener la leche materna hasta los dos años de vida.
Los alimentos sólidos deben ser variados y evitar los que contienen altos niveles de grasas, azúcares y sal, que aumentan el riesgo de enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
La Secretaría de Salud invita a padres y madres, a educar a los menores, desde los primeros años de vida, sobre la forma más saludable de alimentación.