Las adicciones “no químicas” o de comportamiento, es decir, aquellas en las que la persona no consume ningún tipo de sustancia, puede ser igual o más dañinas que las adicciones al alcohol y drogas ilegales, afirmó el titular de la Comisión de Atención a las Adicciones, Javier González Herrera.
Indicó que a este tipo de adicciones también se les denomina “adicciones de proceso”, y entre estas la más común o la que más daños provoca es la ludopatía.
En este caso, indicó, la persona ludópata puede perder todo, desde empleo, familia, bienes materiales, etc.
Añadió que en este tipo de adicciones, más en la referente a la ludopatía las edades van, en el caso de las mujeres, desde los 25 a los 44 años.
En el caso de los hombres, pueden comenzar a los 15 años y hasta los 45 años, de acuerdo a los tratamientos que se brindan.
Sin embargo, añadió que esto no significa que no existan casos de personas de mayor edad que se encuentren en una adicción de este tipo, que además, no se percibe como tal, sino que, incluso, llega a tener cierto “glamur” entre quienes la practican.
“Siempre que se habla de las adicciones, inmediatamente se relaciona al consumo de alcohol o de otras sustancias, sin embargo, existen adicciones de comportamiento, también llamadas químicas o de procesos.
“Estas pueden llegar a ser igual de dañinas, o en ocasiones más que las adicciones de sustancia”, apuntó el entrevistado.
Añadió que en la actualidad, las tecnologías significan una adicción, en casos en que no se puede controlar o utilizar con moderación.
Esta adicción puede ser al celular, el internet, a videojuegos, a redes sociales, y se considera como tal (adicción) cuando la persona empieza a presentar problemas en su estabilidad emocional, pues ésta, comienza a depender de, si tengo acceso o no a éstos aparatos o al internet.
“Un ejemplo, es, si me dieron ’like’, estoy feliz, y entonces empieza a haber interferencia en el trabajo, en los estudios, con amigos, pareja, con la familia”, y a presentar una repercusión física porque la persona prefiere estar pegada al aparato celular, que a salir a realizar ejercicios, salir con la familia”.
Añadió que es cuando se presenta y establece una “relación enfermiza” con la tecnología.
“La tecnología es maravillosa, pero cuando se usa de manera desordenada, afecta una parte del cerebro encargada del comportamiento, que cuando se estimula por este tipo de aparatos, se ve afectada, y después también habrá repercusión en el comportamiento y emociones de la persona.
En la ludopatía, específicamente, se habla de personas que viven sólo para apostar, jugar, y es el tipo de adicción química o de proceso que más está afectando en la actualidad.
“La persona aquí está dependiendo de una conducta, que es el juego. Dejan de realizar actividades sociales porque terminan divorciados, o en la cárcel”, además, de que dijo, es difícil que una persona con esta adicción lleguen a ser atendido”. “pues socialmente, no están tan mal vistas, tienen cierto glamur”.
Enfatizó en que “no estamos en contra de salas de juego, cuando se hace con medida, límites y responsabilidad, “pero cuando voy más tiempo, gasto más dinero, desvío gasto, es cuando existe un problema, porque la persona llega a descuidar todo, incluida su casa, su familia.
“Va a ser un proceso que tome tiempo todavía tiempo, para que gente tome se tome en serio estas adicciones, pues es tiempo de aceptar."