En el marco del Día Mundial de la Parálisis Cerebral, el Instituto Mexicano del Seguro Social, y la Secretaría de Salud Federal informaron que el consumo de tabaco y alcohol en embarazadas, son dos de los factores de riesgo, de que sus hijos presenten parálisis infantil.
Además, se dio a conocer la importancia de consumir ácido fólico durante esta etapa, y si existe planificación familiar, tomarlo en la cantidad que indique el médico especialista previo al embarazo.
La parálisis infantil no tiene cura, sin embargo su detección temprana, permite que los pacientes se puedan rehabilitar y con esto, maximizar su capacidad funcional, ademas de que también se puede reducir su grado de discapacidad.
Te puede interesar: Realizarán mastografías gratuitas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UACh
Cada 6 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, por lo que las dependencias informaron, que a partir de los primeros indicios de esta condición, es necesario realizar una revisión multidisciplinaria inicial con médico pediatra, neurólogo, nutriólogo y rehabilitador.
La especialista en neurología pediátrica, Yael Caballero, detalló que la parálisis cerebral, es la principal causa de discapacidad en población pediátrica y como tal, por lo que no se trata de una enfermedad específica, sino un conjunto de afecciones.
Señaló que las mismas, "conducen a una disfunción motora permanente y quien lo padece, tendrá alteraciones en la postura, movimiento y tono muscular, causando una limitación."
➡️ Recibe las noticias directo a tu celular. Suscríbete aquí a nuestro canal de WhatsApp
Añadió que en este tipo de discapacidad, existen causas multifactoriales, tales como el tabaquismo, consumo de alcohol que pueden provocar el nacimiento prematuro, y bajo peso al nacer. Otros factores son las infecciones y malformaciones congénitas del sistema nervioso central.
Puntualizó que en la mayoría de los casos, la parálisis cerebral se diagnostica en los primeros dos años de vida, y se pueden establecer indicios de esta condición, cuando existe un restraso en el desarrollo motor. Agregó que un ejemplo, son los niños que tienen más de cuatro meses de nacidos y no logran sostener la cabeza, o aquellos que a los nueve meses todavía logran sentarse sin apoyo.
La especialista señaló, "el diagnóstico clínico se complementa tomando en cuenta factores prenatales y posnatales, se realiza una historia clínica y un examen físico minucioso". Para esto, se incluye la medición de tono muscular, la postura, "coordinación del menor, así como estudios de laboratorio", así como una tomografía y/o resonancia magnética del cerebro.
Agregó que por esto, es sumamente importante crear conciencia sobre el diagnostico y atención oportuna, y evitar aquellos factores de riesgo, que impidan el correcto desarrollo de niñas y niños.