Maritza Domínguez, médico urgenciologa, informó que las lesiones por siniestros de tránsito y accidentes peatonales, consecuencia del consumo excesivo de alcohol, se asocian tanto con el patrón de bebida como con la cantidad de alcohol consumido.
Explicó que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas provoca un deterioro en la coordinación motora, lo que reduce significativamente la capacidad de respuesta.
Indicó que la presencia de alcohol en el organismo incrementa el riesgo de sufrir algún accidente y que dicho riesgo aumenta conforme se eleva el número de tragos.
Señaló que, históricamente, los hombres son quienes más se ven involucrados en accidentes relacionados con el consumo de alcohol, aunque esto no exime a las mujeres.
“Los efectos del alcohol en el organismo son acumulativos y van desde la irritación del tubo digestivo, daño hepático, daño en el páncreas, dependencia, síndrome de abstinencia y problemas de salud mental”, refirió.
La entrevistada mencionó que en la base de todas las bebidas alcohólicas —llámese cerveza, vino, etcétera— existe una molécula llamada alcohol etílico o etanol.
La especialista explicó que el camino que sigue el alcohol en el cuerpo es el mismo que el de otras bebidas o alimentos; es decir, pasa por la boca, luego al esófago y posteriormente al estómago, donde se absorbe aproximadamente el 20 %.
Añadió que el alcohol no absorbido en el estómago se traslada al intestino delgado, donde su absorción es más rápida, especialmente cuando se ingiere con el estómago vacío.
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Desde el intestino, el alcohol ingresa directamente al flujo sanguíneo y viaja al hígado, donde debe descomponerse. Para ello, el hígado utiliza una enzima llamada alcohol deshidrogenasa, que cambia la estructura química del etanol, transformándolo en una sustancia sumamente tóxica.
Por otra parte, el alcohol en el organismo "adormece" la capacidad de reacción y, además, "miente", ya que la persona que lo consume percibe la realidad de manera distorsionada.
"Esto puede explicar por qué, al conducir en estado etílico, la persona no percibe la velocidad a la que viaja y la incrementa, por ejemplo", comentó.
Explicó que este comportamiento ha sido estudiado en distintos países, y existen numerosas investigaciones que confirman los efectos negativos y los riesgos a los que se expone una persona bajo los efectos del alcohol.
Por ello, subrayó la importancia de no fomentar el consumo de estas bebidas. En caso de hacerlo, recomendó optar por cantidades mínimas y evitar realizar actividades que puedan implicar un riesgo.