La Comisión Estatal de Atención a las Adicciones (Ceaadic) informó que el consumo de drogas afecta cinco áreas distintas del cerebro, provocando reacciones que van desde euforia y deseo de consumo hasta la incapacidad de formar recuerdos.
La primera área afectada es el "Sistema de Recompensa", donde las drogas alteran la liberación de dopamina, generando una sensación de euforia. La dopamina, una de las llamadas “hormonas de la felicidad”, se libera de forma natural en momentos de satisfacción, experiencias positivas o incluso al enamorarse. Sin embargo, cuando es estimulada artificialmente por las drogas, crea una sensación de placer que refuerza el deseo de consumo.
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Otra área afectada es la "Corteza Prefrontal", donde las drogas impactan la capacidad para tomar decisiones y controlar los impulsos, aumentando así el riesgo de desarrollar comportamientos adictivos.
La "Amígdala" también se ve alterada por el consumo de drogas, lo que modifica las respuestas emocionales y aumenta los niveles de ansiedad y estrés en la persona consumidora.
Por su parte, el "Hipocampo" sufre alteraciones que afectan la memoria y la capacidad de aprendizaje, dificultando tanto la formación como la recuperación de recuerdos.
La Comisión Estatal de Atención a las Adicciones subrayó que comprender estos efectos es esencial para abordar las adicciones y buscar ayuda, ya que la salud mental y el bienestar deben ser una prioridad.
La maestra en psicología analítica, Socorro Domínguez Lara, explicó que la dopamina actúa como el principal modulador del cerebro, funcionando como una especie de interfaz entre el entorno y las personas.
"La dopamina se libera constantemente, pero lo que cambia es la manera en que lo hacemos, especialmente frente a estímulos que el cerebro percibe como importantes", puntualizó, refiriéndose a la sensación provocada por las drogas.
Explicó que el cerebro es un órgano compuesto por millones de neuronas que se comunican entre sí a través de señales eléctricas y químicas. Estas señales permiten un flujo de información sensorial que se integra y resulta en respuestas motoras adecuadas a cada situación.
Agregó que, en los mamíferos, el cerebro ha evolucionado en un entorno que favorece la selección de acciones orientadas a factores cruciales para la supervivencia. A partir de esto, se han desarrollado circuitos que procesan la información relevante y beneficiosa. Así, las personas responden emocionalmente de dos maneras: a través de respuestas gratificantes y respuestas aversivas (sensaciones negativas).
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Además, expuso que las neuronas intercambian información sobre qué circuitos cerebrales son relevantes para el desarrollo y mantenimiento de las adicciones. Las drogas, al activarse, estimulan la sensación de recompensa, promoviendo la liberación de dopamina. Sin embargo, no solo generan esta sensación de placer, sino que también fomentan la necesidad de mantenerla.
Las sustancias adictivas fomentan la liberación de dopamina a través de diversos mecanismos, pero lo hacen de una manera mucho más intensa que la producción "natural". Esta liberación no solo es considerablemente mayor, sino que también se mantiene durante más tiempo en el espacio sináptico.
Estas dos características son cruciales para comprender el desarrollo de las adicciones, ya que la cantidad excesiva y desproporcionada de dopamina activa los receptores de manera significativa. Por ello, es fundamental prevenir e informar sobre el consumo de sustancias adictivas.
Si enfrentas problemas relacionados con el consumo de drogas, recuerda que no estás solo. Puedes llamar a la línea de apoyo gratuita del Gobierno del Estado, que ofrece atención confidencial y rápida al número 911, disponible las 24 horas, todos los días de la semana.
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