La bronquiolitis es una enfermedad respiratoria que se incrementa durante la temporada invernal, por lo que es necesario cuidar a la población infantil.
Esta enfermedad inicia como un resfriado común, evoluciona hasta presentar tos, sibilancia y hasta dificultad para respirar, ante ello el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua, exhorta a los padres de familia a extremar cuidados ante los cambios de clima que empiezan a registrarse.
El coordinador de Prevención y Atención a la Salud, de la Jefatura de Prestaciones Médicas, doctor Adrián Rodríguez Pacheco, destacó que el padecimiento más común es la bronquiolitis.
Es una enfermedad común del tracto respiratorio, provocada por una infección que afecta las diminutas vías respiratorias, denominadas bronquiolos, que llevan a los pulmones; a medida que estas vías respiratorias se inflaman, se hinchan y se llenan de mucosidad, por lo que resulta difícil respirar.
La bronquiolitis afecta más a bebés y niños pequeños, ya que sus vías respiratorias se bloquean con mayor facilidad que las de los niños de más edad o los adultos; y suele darse en los dos primeros años de vida.
Los niños que han padecido bronquiolitis tienen más probabilidades de desarrollar asma en una etapa posterior de la vida; e indicó que suele ser provocada por una infección viral.
“Las infecciones causadas por este virus son responsables de más de la mitad de todos los casos de bronquiolitis y ocurren sobre todo en el invierno y principios de la primavera”, resaltó.
Los síntomas de esta enfermedad son muy similares a los de un resfriado común, como lo son: la congestión, moqueo de nariz, tos y fiebre leve por uno o dos días, después se agrava la tos y aparecen silbidos agudos al exhalar, sin embargo, cuando se hacen más severos viene la respiración poco profunda, rápida frecuencia cardíaca, acelerado hundimiento del cuello y tórax con cada respiración, ensanchamiento de las fosas nasales, irritabilidad con dificultad para dormir y señales de fatiga.
El niño puede mostrar falta de apetito y quizá vomite después de toser; con menor frecuencia los bebés pequeños, en especial los prematuros, pueden presentar episodios en los que dejan de respirar por poco tiempo, lo que se denomina apnea, antes de desarrollar otros síntomas.
En los casos graves, los síntomas pueden empeorar con rapidez, un niño con bronquiolitis grave puede cansarse por el trabajo de respirar y tener poca entrada y salida de aire en los pulmones debido al taponamiento de las pequeñas vías respiratorias, la piel puede tornarse azulada, lo cual es muy notorio en los labios y las uñas. El niño también puede quedar deshidratado por el esfuerzo que realiza para respirar, por los vómitos y porque come menos.
El especialista comentó que la mejor manera de prevenir la bronquiolitis es lavarse las manos con frecuencia; también puede ser útil mantener a los bebés alejados de aquellos que están resfriados o tienen tos; los bebés que están expuestos al humo del cigarrillo tienen más probabilidades de contraer una bronquiolitis severa, por lo tanto, es importante evitar exponer a los niños al humo del cigarrillo.
Finalmente, recomendó a los padres de familia tener el adecuado cuidado hacia sus hijos, y en caso de que alguno presente dificultad para respirar, tos, o cualquier otro síntoma, hay que llevarlo de inmediato a su médico familiar para que reciba el tratamiento apropiado.