Las enfermedades gastrointestinales qué más afectan a la población desde niñas y niños, adolescentes, adultos hasta personas adultas mayores son las que provocan virus, bacterias y parásitos, que están relacionadas con factores de higiene y alimentación, e incrementan con las altas temperaturas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, las niñas y niños menores de 5 años y los personas de 60 años en delante, son las más vulnerables ante este tipo de padecimientos, debido a que su sistema inmunológico se debilita con más facilidad que el de personas de otras edades. Por lo anterior estos grupos de la población, también pueden tardar más en el proceso de recuperación.
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El INSP señala que otras enfermedades gastrointestinales suelen aparecer con el envejecimiento, como las enfermedades crónicas a consecuencia de hábitos poco saludables como el consumo de alcohol, alimentos irritantes y consumo de tabaco.
La Organización Mundial de la Salud, estima que uno de cada 10 habitantes en el mundo, enferma cada año, por ingerir alimentos en mal estado o por la transmisión de virus bacterias y parásitos a través de alimentos o líquidos.
Respecto a las enfermedades grastrointestinales que más se consultan en unidades, centros de salud y hospitale, son las que provocan bacterias, virus y parásitos presentes en agua contaminada, alimentos, y a consecuencia de poca higiene, en manos y superficies.
Por lo anterior, el consumo de alimentos en lugares donde no se tiene la certeza de que existe un sistema o hábitos de higiene, resulta un riesgo que aumenta en esta época de altas temperaturas, debido a la fácil descomposición de alimentos y propagación de bacterias.
Los síntomas más frecuentes de estas enfermedades son: diarrea, vómito, náuseas, dolor de cabeza, y sudoración extrema, y esto puede llevar a la deshidratación, que afecta principalmente a niños pequeños y a personas adultas mayores.
Por lo anterior, en esta época aumenta el número de veces que lavas tus manos, con agua y jabón, frotando con los nudillos las palmas y alrededor de los dedos; la limpieza de manos debe hacerse hasta la altura de la muñeca.
Cuida siempre que los alimentos que preparas estén frescos y en buen estado; lava tus manos antes de manipularlos; limpia perfectamente la superficie donde preparaste alimentos y lava ollas, sartenes, platos y demás utensilios.
Bebe constantemente agua, en el transcurso del día, que sea embotellada, hervida o desinfectada. Evita ingerir bebidas con alto contenido de azúcar o cafeína.
Si presentas síntomas como diarrea, náuseas, vómitos y dolor de estómago, acude a un médico lo antes posible.