De acuerdo con el Centro Nacional de Trasplantes, la donación de órganos y tejidos puede realizarse de manera expresa o tácita, es decir, cuando la persona deja establecido en vida su deseo de donar sus órganos o cuando no existe está donación "expresa", pero tampoco la instrucción de lo contrario.
El Cenatra señala, que la donación"tácita" se puede practicar "cuando un posible donador o donante no haya manifestado en un documento, la negativa para que después de su muerte, sus órganos sean utilizados para trasplante".
Los lineamientos establecen que en este tipo de casos, el consentimiento debe otorgarlo el cónyuge de la persona fallecida, "concubinario, concubina, los descendientes, los ascendientes, hermanos, el adoptado o el adoptante".
También señala que en el caso de que se encuentren presentes otras personas además de las antes mencionadas, se aplica la "prelación" correspondiente, que se realiza de acuerdo al nivel de parentesco.
La donación "expresa", se define como la acción o acto en el que una persona manifesta de manera escrita o verbal, su voluntad para donar alguno o varios órganos.
En el caso de un riñón, por ejemplo puede donarse en vida, pero en otros casos, es hasta que la persona fallece, cuando se pueden utilizar uno o varios órganos, a lo que se le llama "donación amplia".
Con la finalidad de reactivar los trasplantes de órganos y tejidos, el Centro Nacional de Trasplantes desarrolló un plan de reactivación, con la finalidad de atender estos procedimientos, sin poner en riesgo a donantes y receptores.
Cabe señalar, que durante la pandemia del Covid-19, el Cenatra estableció que al estar en alerta roja, o semáforo rojo, únicamente se practicarían trasplantes en casose específicos, cuando la vida del paciente se encontrará en riesgo, y no hubiera posibilidad de esperar.
Durante la alerta naranja, sólo se practicaron trasplantes pediátricos de donador fallecido, y trasplante de córneas, en pacientes de bajo riesgo y cuyo manejo fuera ambulatorio.
Al pasar a la alerta o semáforo amarillo, se añadieron los trasplantes pediátricos de donador vivo; además, los trasplantes en adultos de donador fallecido, y los trasplantes en adultos de donador vivo, pero en casos en los que no hubiera factores de riesgo.
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Además, en esta etapa del semáforo, se agregó el trasplante de córnea para pacientes de bajo riesgo, que se encontraran hospitalizados.
Una vez que se avanzó al nivel de alerta bajo, es decir, al semáforo verde, se determinó que los trasplantes podían llevarse a cabo, de nueva cuenta, sin restricciones.
A pesar de esto, las donaciones y los trasplantes de órganos, tejidos y células, no han recuperado el nivel que se tuvo antes de la pandemia, tanto a nivel estatal como a nivel nacional.
