Durante el cuarto trimestre de 2022, un total de 125 personas en Chihuahua se encontraban en tratamiento retroviral tras ser diagnosticadas con Virus se Inmunodeficiencia Adquirida, de las cuales 25 casos corresponden a mujeres embarazadas, de acuerdo al Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH SIDA, con base en los programas estatales de VIH.
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De acuerdo a la información, los 25 casos de mujeres embarazadas se encontraban en condición indetectable por lo que a través de tamizajes fue posible la detección e inicio de tratamiento.
Además de las cien personas restantes recién diagnosticadas, 61 son hombres y 39 mujeres, aunque de manera general el estado de Chihuahua registra una razón de cuatro casos de VIH en hombres por uno de mujeres.
Cabe señalar que en la entidad se registran 38 hombres que están en atención con tardía por VIH, en tanto que tres mujeres permanecen en esta misma condición.
En este contexto, las entidades que más atenciones tardías por VIH registran son las Ciudad de México, con 274 hombres y 47 mujeres; e estado de México con 184 hombres y 30 mujeres; Veracruz, con 148 hombres y 41 mujeres.
A estas entidades le sigue Nuevo León con 126 hombres y 22 mujeres en tratamiento de atención tardía; Tabasco con 125 hombres y 22 mujeres; Puebla con 109 hombres y 20 mujeres.
En contraste los estados con menos casos de atención tardía son Zacatecas que solo registra 6 casos en hombres; Nayarit con otros 6 casos en hombres; Durango con diez casos de atención tardía en hombres y dos mujeres en esta condición.
Le sigue Baja California Sur con 11 casos en hombres y dos en mujeres; Sonora con 12 casos en hombres y Querétaro con 12 casos en hombres y dos en mujeres.
Las barreras u obstáculos que se identifican para acudir a practicarse una prueba de VIH o de otras infecciones de trasmisión sexual son principalmente son insuficientes información sobre riesgos de transmisión del VIH y otras ITS que no se consideran riesgosas.
De igual forma, el desconocimiento de como benefician los tamizajes (pruebas) y falta de participación de líderes comunitarios.
También se toma en cuenta los tabús sobre lo relacionado con la vida sexual que persiste principalmente en zonas rurales.