La Secretaría de Salud Federal, dio a conocer que la Hemofilia, es una enfermedad considerada como "rara", ya que se caracteriza por causar hemorragias espontáneas en quienes la padecen, y se estima que afecta a uno de cada 10 mil personas en el México y una de cada 7 mil en todo el mundo.
De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud, este padecimiento provoca hemorragias que suelen presentarse después de una operación o al sufrir una lesión, y debido a la cantidad de sangre que pierden, las personas pueden desarrollar otras enfermedades.
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Las personas con Hemofilia, tienen bajos niveles de un tipo de proteínas denominadas "factores de coagulación", y como su nombre lo indica, son las encargadas de que la sangre coagule, por lo que cuando la sangre no llega a ese estado, de produce más hemorragia.
Actualmente se identifican dos tipos de Hemofilia: la "A" y "B", dependiendo el "factor" de afectación, que en términos científicos se clasifican en números.
En el caso de la Hemofilia tipo B, se clasifica según su nivel de gravedad, en leve, moderado y severo, y cada una, provoca distintos síntomas.
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La de nivel leve, se caracteriza por sangrado nasal y se detecta en las pruebas de laboratorio debido a algún procedimiento quirúrgico por otra causa; por lo general no requiere tratamiento de restitución, a menos que se ponga en riesgo el proceso de coagulación, como podría ser en una cirugía.
La Hemofilia Moderada se diagnostica cuando la persona es intervenida quirúrgicamente, y presenta sangrado más abundante de lo común. En el caso de la Hemofilia Severa, las personas presentan sangrado nasal, inflamación y lmitación de movimiento de las articulaciones, y dolor muscular.
Esta enfermedad se transmite de madre a hijo, ya que es la mamá quien porta el gen responsble de la Hemofilia y por lo general, son los hijos varones los que más desarrollan la enfermedad.
El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica señala que si no existe el tratamiento oportuno, las personas con hemofilica pueden sufrir severos daños, e incluso quedar con discapacidad física.
Debido a que es una enfermedad que no tiene cura, los pacientes deben llevar tratamiento de por vida, así como una alimentación que les permita obtener los nutrientes óptimos y no llevar a cabo actividades que requieran un esfuerzo físico mayor.