Diego “N”, de 10 años, fue intervenido exitosamente por médicos del Hospital General Regional Número 220, del Instituto Mexicano del Seguro Social, en el Estado de México Poniente, por la presencia de un tumor a nivel de hipófisis, glándula que se localiza en la base del cerebro.
De acuerdo con el padre del menor, Diego tenía baja estatura, por lo que acudieron a consulta con el pediatra. En los estudios de sangre no se presentaban anomalías; sin embargo, la toma excesiva de agua y orina constante por parte del paciente llevó al papá a buscar un especialista particular en Endocrinología.
Al niño se le practicó una resonancia, en donde se observó una imagen extraña en la Hipófisis, (glándula que está en la base del cráneo que se encarga de regular el crecimiento) y fue cuando comenzó el proceso en el Instituto.
El doctor Jorge Arturo Núñez, jefe del Servicio de Pediatría del HGR No. 220, detalló que Diego llegó al hospital para una nueva valoración por estatura baja; se realizó un protocolo que incluyó la resonancia previa para conocer las causas, y se determinó una deficiencia de hormonas tiroideas así como de crecimiento, patologías secundarias a una tumoración en esta glándula.
Por el tamaño del tumor y debido a que involucraba parte de los nervios ópticos, lo que ponía en riesgo su sentido de la vista, el paciente requirió ser valorado por el servicio de Neurocirugía.
El neurocirujano Leonardo Álvarez Vázquez detalló que el tumor se encontraba en una zona delicada, con alto riesgo de presentar complicaciones durante y después de la cirugía, motivo por el cual, después del procedimiento, Diego permaneció dos días en el área de Terapia Intensiva para estrecha vigilancia.
El papá de Diego describió que “fue una cirugía complicada, pero al ver a mi niño nuevamente en el pasillo, fue una alegría inexplicable, como si hubiera vuelto a nacer mi pequeño. Estamos muy agradecidos”.
Tras 10 días en el HGR No. 220 y con inquietud de por fin regresar a casa, Diego fue dado de alta el 9 de noviembre, a su salida expresó que quiere ser doctor cuando crezca para ayudar a otros niños, así como los doctores lo hicieron con él.
Aunque el paciente ha mostrado una evolución favorable, continuará bajo observación por el servicio de Neurología con resonancias de control para vigilar el desarrollo de alguna tumoración; asimismo, por el servicio de Pediatría mantendrá terapia de sustitución hormonal para su adecuado crecimiento.
Padecimientos como el de Diego se presentan ocasionalmente, quizá una vez por año; sin embargo, en el nosocomio del IMSS se realizan cerca de 200 procedimientos en neurocirugía, relacionados con otras patologías complejas. Gracias al trabajo del equipo multidisciplinario es posible que los pacientes egresen de manera satisfactoria, conservando la mayoría de sus funciones.
El doctor Álvarez Vázquez reiteró que detectar estas patologías en una etapa temprana permite aminorar el riesgo de secuelas neurológicas, por lo que es de suma importancia observar el desarrollo físico y mental desde la infancia.