El Instituto Nacional de Salud Pública dio a conocer de la actividad física en personas de 65 años y más, ayuda a prevenir caídas y lesiones. Además, disminuye la rigidez en los huesos y permite mantener un peso adecuado.
Por lo anterior, es importante que las personas se mantengan activas en cualquier etapa de su vida, con ejercicios específicos y que cumplan con sus necesidades y requerimientos.
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De acuerdo con el Instituto, las personas de 65 años y más deben practicar al menos entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica por semana, ya que esto les permite mantener flexibilidad, salud cardiovascular, peso corporal adecuado, entre otros beneficios.
La dependencia exhortó a que además de la actividad aeróbica, se practique el fortalecimiento muscular al menos dos veces por semana para trabajar los grandes grupos musculares.
Ejemplo de lo anterior son las actividades en las que se puedan ejercitar las piernas y los brazos, lo que también permite disminuir el riesgo de rigidez y la porosidad ósea.
Algunas de estas actividades son la yoga, extensión de extremidades, marcha de bajo impacto, ejercicios con mancuernas, donde además, pueden practicarlos con apoyo de otra persona.
El Instituto Nacional de Salud hizo hincapié en que independientemente de la edad, la actividad física es indispensable para que las personas lleven una calidad de vida, toda vez que a través del ejercicio se logra mejorar la salud cardiovascular, el fortalecimiento de huesos, la circulación sanguínea, entre muchos beneficios.
En caso de que las personas cuenten con alguna condición física específica, limitación o enfermedad, es necesario que un médico determine cuál es la mejor manera de mantenerse activo.
Finalmente, el Instituto recordó que las personas pueden llevar una vida saludable, adoptando hábitos que beneficien la salud, entre los que se encuentra la práctica de ejercicio, alimentación equilibrada, un consumo de agua, y revisión médica continua.