El coordinador del programa de Vectores, Rabia y Zoonosis, Jorge Carmona Sawatsky, refirió que es fundamental el cuidado responsable de animales domésticos, ya que esta es la primera línea de defensa para evitar que la garrapata llegue a afectar al ser humano, de tal modo que recomienda revisarlos detrás de las orejas, en las patas y entre el pelaje, además de bañarlos constantemente.
Destacó la importancia de estas acciones, sobre todo en las y los niños que conviven con mascotas; y subrayó que se deben mantener limpios patios, frentes de las casas, y el césped cortado, ya que las garrapatas se encuentran en estado latente.
Otras medidas a seguir, dijo, son eliminar cacharros y objetos en desuso que se acumulen en las aceras; estar atento de las estructuras de la vivienda, reparar o sellar grietas en el piso o en las paredes y en lo posible, recubrirlas con cal.
Carmona Sawatsky señaló que para combatir la rickettsia, se requiere de una labor multidisciplinaria entre autoridades estatales, municipales y la población.
Respecto a los animales que se encuentran en estado de abandono, refirió que ya se llevan a cabo acciones por medio del personal del Centro Antirrábico, brigadistas y de las diversas jurisdicciones sanitarias, por lo que exhortó a la población a sumarse mediante la adopción.
Detalló que las áreas más comunes para la picadura de garrapata, son en la cabeza, detrás de las orejas o dentro de los oídos, así como en el espacio existente entre los dedos de pies y manos.
El coordinador del programa, enfatizó las estrategias de la dependencia como son la búsqueda específica e intencionada de garrapatas en las zonas reportadas, para enviar las muestras a la Unidad de Investigación de Entomología y Bioensayo, en donde se hace el diagnóstico correspondiente.
Por otra parte, dijo, se efectúa el rociado de insecticida en las viviendas afectadas o sospechosas, así como en las casas circundantes además de que se realiza un análisis y estudio de las mascotas que habitan en el domicilio; y en caso de confirmarse la presencia de rickettsia, se extiende el perímetro de revisión hasta por cinco cuadras alrededor.
Por su parte, Adriana Torres, epidemióloga infectóloga del Hospital General, mencionó que después de la picadura, el período de incubación es de 2 a 7 días, que es cuando empiezan a aparecer manchas en la piel, que van progresando.
Conforme el cuadro clínico va avanzado, continúa el deterioro neurológico del estado de alerta y de los órganos como el hígado o el riñón, que pudiera llevar a un deceso.