Una de las prácticas más comunes que tenemos cuando presentamos algún malestar es recurrir a la automedicación. El campo de la medicina advierte acerca de los efectos negativos, como la posibilidad de generar resistencia a los antibióticos y desarrollar reacciones alérgicas.
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Además, el uso excesivo de ciertos fármacos, especialmente los antiinflamatorios no esteroideos, puede provocar efectos secundarios como gastritis y hemorragias en el sistema digestivo. También existe el riesgo de interacciones entre medicamentos, ya que algunos no deben ser combinados con otros.
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¿Qué es la automedicación?
La automedicación es una práctica común en la que una persona consume o se aplica medicamentos, remedios caseros o plantas medicinales por decisión propia o siguiendo el consejo de algún familiar, amigo o de internet, sin consultar previamente a un doctor que haya hecho un diagnóstico de una enfermedad, la prescripción de los medicamentos y la supervisión de los mismos.
El Dr. Sergio Alberto Mendoza, Médico Internista y Profesor de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica en un artículo del sitio web Más Salud, que debido a la falta del diagnóstico de un profesional de la salud, no se tiene un tratamiento oportuno, lo que puede provocar efectos negativos en otros órganos del cuerpo que antes no se tenían.
Con la automedicación se podrían aliviar algunos de los síntomas de manera momentánea, pero también desenmascararse una enfermedad que todavía no ha sido detectada, la cual podría evolucionar y empeorar sin el tratamiento adecuado.
La automedicación es aún más peligrosa para las personas que padecen enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, gastritis, entre otras. Explica el Dr. Mendoza que cuando una persona con algún padecimiento crónico se automedica, se encuentra en peligro ya que no conoce la interacción farmacológica que tendrá con los medicamentos que ya utiliza para controlar su enfermedad, por eso es importante que un médico siempre supervise las medicinas que puede tomar para evitar mayores complicaciones.
Resistencia a los antibióticos: la razón principal para no automedicarse
El uso sin supervisión de los medicamentos como los antibióticos genera diversos tipos de resistencia. La Organización Mundial de la Salud define a la resistencia a los antibióticos como una de las mayores amenazas para la salud en el mundo.
La OMS define a los antibióticos como los medicamentos que se utilizan para la prevención y tratamiento de infecciones bacterianas. La resistencia a los antibióticos se genera cuando las bacterias evolucionan y es más difícil de eliminarlas.
También puede provocar daños en la mucosa intestinal y provocar diarrea que puede terminar en hospitalización, por otro lado, afecta a la economía de la persona, pues incrementan los costos médicos, prolongar la estancia en un hospital y aumentar el riesgo de muerte.
Otros de los riesgos de la automedicación que pueden poner en riesgo la vida de las personas son:
- Hemorragia digestiva alta
- Sangrado digestivo
- Insuficiencia renal crónica
- Reacciones alérgicas
- Molestias gastrointestinales
- Intoxicación
- Ocultar las enfermedades
- Crear dependencia y adicción
- Agravamiento del dolor
Prohibición de la compra de antibióticos sin receta en México
A pesar de que desde el 2010 aprobaron diversas reformas en materia de salud para regular el uso de antibióticos, la automedicación sigue persistiendo en la población mexicana.
En México la venta y dispensación de antibióticos se establece en la Ley General de Salud en los artículos 226 fracción IV y el 227:
“La venta y dispensación de antibióticos deberá llevarse a cabo única y exclusivamente contra la exhibición de la receta médica correspondiente, la cual deberá elaborarse de conformidad con lo dispuesto en los artículos 31 y 32 del Reglamento de Insumos para la Salud”.
El estudio “La automedicación en México 2019” de la empresa Doctoralia reveló que el 86% de los mexicanos se automedica.
