La dismorfia corporal es uno de los trastornos mentales más comunes en la actualidad, principalmente en población joven, que se caracteriza por la idea obsesiva-compulsiva (ideas fijas o pensamiento fijo y actos repetitivos) que puede llevar a otros trastornos como la anorexia o bulimia, informó la psicóloga especialista en psicoterapia de conducta, Gabriela Herrera.
La entrevistada explicó que no se trata de un cuidado "normal" sobre la persona, sino de un miedo irracional y erróneo a la "fealdad", basado en los estándares de belleza impuestos por publicidad, redes sociales, y en general por conceptos discriminatorios. Añadió que la dismorfia es un "desespero" por un defecto imaginario o real, e impide que la persona se desenvuelva adecuadamente.
"La dismorfia puede llegar a robar la tranquilidad de la persona, porque como bien sabemos hay muchos estándares que determinan la belleza, y están asociados a la perfección".
Pese a que cada vez es más común este trastorno, no existen estadísticas al respecto, pero la Subsecretaría de Prevención y Atención a la Salud menciona que las principales formas u obsesiones son con respecto al cuerpo o peso en general, la cintura o acumulación de grasa en abdomen, brazos, o la forma y tamaño de la nariz o boca.
La psicóloga expuso que, aunque esto siempre ha existido, hoy en día, los patrones impuestos en redes sociales y a través de distintos medios de comunicación, han “exacerbado” la obsesión y compulsión de personas que atraviesan por un trastorno de ansiedad.
Aunado a lo anterior, expresó que muchos estándares impuestos ni siquiera son reales. Por ejemplo, el abuso de filtros para cambiar fotografías permite “crear figuras o estilos considerados perfectos, a través de la idealización de excesos. Por ejemplo, en pómulos, en el grosor o el volumen de labios, en el ancho de nariz, o la delgadez extrema, el color de piel, que incluso a simple vista, no van en proporción con la realidad”.
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Añadió que si bien, para muchas personas el uso de este tipo de herramientas significa una forma simple de entretenimiento o de pasatiempo, hay casos, principalmente en adolescentes y jóvenes, en los que la persona se obsesiona de tal manera que ya no sólo quiere verse de esta forma en fotografía, sino empieza a buscar la manera de alcanzar ese ideal de apariencia. “Entonces vemos problemas como la anorexia y la bulimia, que llevan a la persona a dejar de comer, a tomar fármacos o tratamientos para bajar de peso; en otros casos, se someten a procedimientos que en esta condición y edad definitivamente no pueden ser una alternativa positiva ni sana”.
La especialista expuso que “el malestar que provoca este trastorno es tan significativo, que puede durar de 3 a 6 horas diarias, por eso es considerado como un trastorno producto de muchos factores que en el periodo “dominante”, provoca que la persona “tenga o cree una identidad de sí misma negativa”.
Explicó que es de suma importancia que este tipo de problemáticas se traten a tiempo, toda vez que algo que parece simple puede llegar a causar en la persona una actitud negativa en aumento.
También se puede convertir en un dolor psicógeno, e incluso en un narcisismo enfermizo o patológico, que provoca además que la persona empobrezca su mundo, enfocándose solamente en su apariencia, comentó.
Puntualizó que ante rasgos de apatía, cambio de conductas, y comportamientos obsesivos en cuanto a peso corporal o imagen, es necesario acudir a un especialista.
"Es necesario dar la importancia que tiene este tipo de señales, para que la persona pueda tratar el trastorno y llevar una vida sana, tanto física como emocional y mentalmente, pues es la mejor forma de ser felices con quiénes somos, ya que todas las personas somos únicas y especiales", concluyó.