La música y el sonido son considerados como tratamientos medicinales no invasivos y no dolorosos que actúan de forma especifica sobre la mente y el cuerpo del ser humano, ya que se ha comprobado que reducen el estrés y fortalecen el sistema inmunológico sanando malestares físicos o espirituales, pero que también inducen al sueño, contrarrestan el enojo y combaten los miedos.
El cuerpo humano posee cualidades receptivas a las vibraciones emitidas por fuerzas externas, en este caso las fuerzas sonoras, lo que se denomina como la naturaleza frecuencial de los cuerpos y que es lo que permite que nuestra salud pueda afinarse mediante el sonido.
Existen estudios neurocientíficos que señalan los beneficios que la música y el sonido aportan a nuestro cerebro y cuerpo, como reducción del estrés y fortalecimiento del sistema inmunológico al aplicar este tipo de tratamientos de audio sanación.
Aunado a ello se puede agregar que los líquidos tienen una característica de fácil reacción ante una onda sonora y el cuerpo humano está constituido por aproximadamente el 60 por ciento de agua, lo que sin duda lo hace más perceptivo a los sonidos.
¿Porqué se dice que el sonido puede sanar?
Existe la hipótesis de que el sonido puede armonizar el cuerpo físico y así combatir malestares específicos o aportar beneficios puntuales, lo que ha dado pie para que en la actualidad abunden terapias diseñadas alrededor de este precepto.
Uno de los antecedentes más importantes en el campo de audio sanación se desarrolló con Pitágoras, quien profundizó en las reacciones específicas que ciertos acordes armónicos producían en el organismo humano y esto le llevo a establecer secuencias sonoras que facilitaban ciertos patrones conductuales y que, utilizados con conocimiento, demostraban propiedades medicinales.
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Se dice que, en su academia establecida en Crotona, compuso piezas para sanar determinados malestares físicos o espirituales, precisiones musicales configuradas explícitamente para inducir el sueño, contrarrestar el enojo, o combatir los miedos.
También se dice que se han establecido ciertas frecuencias sonoras con posibles efectos sanadores que influyen directamente en distintos aspectos de nuestra psique y nuestro cuerpo.
Por ejemplo, se señala que escuchar música a 432 Hz tiene muchos beneficios y algunas personas afirman que puede ayudar a sanar el cuerpo y la mente, ya que ayuda a promover la paz interior, así como además puede mejorar el estado de ánimo y la concentración, por lo que puede beneficiar a una mayor relajación en el oyente y esto ayuda a prevenir futuras enfermedades.
Es considerada la afinación a 432 Hz como la frecuencia del Universo, ya que antes la música se afinaba en “LA” 432 Hz de frecuencia, pero en 1953 se estableció que toda la música se afinaría en “LA” 440 Hz. El problema de afinar la música a 440 Hz es que es un tono inarmónico con la resonancia natural de la naturaleza y puede generar efectos negativos en el comportamiento humano y la conciencia.
La música en 432 Hz transmuta y sana el alma, mente y cuerpo, incluso Mozart y Verdi basaron su música en la afinación natural, también artistas como Pink Floyd, Led Zeppelin y Paco de Lucía, para muchas composiciones.
Se dice que existió la conspiración nazi para dominar el mundo a través de la música y consistía en eliminar la afinación 432 Hz atribuida a una suerte de frecuencia de la naturaleza, ya que los planetas, los seres vivos y todo el universo vibra a 432 Hz y que escuchar música en esa frecuencia sería bueno para la salud, pero con la afinación 440 Hz, los nazis nos impedirían estar conectados a la naturaleza y por tanto ser más frágiles ante el control mental.
Las frecuencias de las ondas sonoras determinan su tono y se suele medir en hercios (Hz), una unidad que equivale a una onda por segundo y el oído humano es capaz de percibir un amplio rango de frecuencias de 20 a 20,000 Hz.
En unidades del Sistema Internacional (SI), el resultado se mide en Hertzios (Hz), llamados así por el físico alemán, Heinrich Rudolf Hertz y su lectura es a través de multímetros digitales.
¿Cuáles son las frecuencias sonoras que se usan y sus efectos?
Mediante las frecuencias sonoras contenidas en la música podemos modificar el funcionamiento de un ser vivo, dicho de otra forma, sanar y mejorar el cuerpo humano. A continuación, te presentamos una lista de frecuencias y sus posibles efectos sanadores.
396 Hz: Libera lo negativo y traumas, trascendiendo la culpa y el miedo, para realizar objetivos y aspiraciones. Crea un campo de energía muy fuerte.
417 Hz: Elimina situaciones problemáticas y facilita el cambio positivo, liberando la confusión y ordenando la mente. Elimina patrones emocionales negativos.
528 Hz: Permite transformaciones y milagros, libera de tristeza y resentimiento, amplía el corazón para sentir puro amor, irradiando curación en el cuerpo. Es la frecuencia usada por los ingenieros y bioquímicos genetistas para reparar las estructuras del ADN roto.
639 Hz: Fomenta amor y unidad, la conexión y las relaciones interpersonales, sincroniza el interior entre mente intuitiva y racional, consciente y subconsciente.
741 Hz: Despierta la intuición y la iluminación, produce limpieza mental, desintoxicación de células y solución de problemas.
852 Hz: Permite la conexión con la conciencia espiritual, limpiando y ordenando flujos de pensamiento. Activa la glándula pineal.
963 Hz: Ayuda a volver a la verdadera naturaleza, la unidad, conectando con la luz y el espíritu, devuelve los sistemas al estado original de perfección. Cuando se aplica a una célula, activa su iluminación y la transforma a un nivel superior.
174 Hz: Es un anestésico natural, reduce o elimina el dolor energético, físico y kármico, dando a los órganos una sensación de seguridad y amor, motivándolos a dar lo mejor.
285 Hz: Modifica los campos de energía y restauración orgánica, permitiendo el rejuvenecimiento celular y la cura de las heridas y tejidos dañados de manera física, emocional o kármica.
337 Hz: Estabiliza la circulación sanguínea.
625 Hz: Ayuda al funcionamiento del hígado.
764 Hz: Normaliza el sistema nervioso.