El Informe de Enfermedades Neurológicas y de Salud Mental por Entidad Federativa, reportado por la Dirección General de Epidemiología, registra 199 casos de atención por autolesiones intencionalmente a nivel estatal, de enero hasta el 19 de septiembre de 2024.
Aunque no en todos los casos las personas manifestaron intención o ideación suicida, todos se clasifican como parte de trastornos de salud mental, atendidos en unidades médicas u hospitalarias.
Del total de autolesiones inflingidas intencionalmente, 138 personas relataron su historia personal suicida, y en otros 61 casos, no hubo manifestación de intento de suicidio, aunque sí de haberse lastimado intencionalmente.
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La mayoría de las autolesiones, (más del 90 por ciento) se llevan a cabo con objetos cortantes, y en menor cantidad con armas cortas, o por otros medios.
Si bien, la intencionalidad puede no ser suicida, la autolaceración conlleva una forma de autocastigo o una forma de "regular" sentimientos de tristeza, rencor, desesperación y frustración, ante lo cual es necesario prestar atención.
El doctor en gestión de casos en el Programa Nacional para Prevención de Suicidios, Alejandro Vázquez, explicó que la autolesión implica un síntoma y no nada más con la persona que la realiza, sino también con su contexto, lo que también permite observar si se trata de una situación personal, que abarca desde tristeza, rencor, hasta un reto.
"La práctica de autolesiones, no siempre está relacionada con la ideación suicida, sin embargo, esta conducta, principalmente común en edades tempranas, esconde sentimientos que van desde ansiedad, tristeza, enojo, hasta curiosidad o sentido de pertenencia", añadió.
Las autolesiones son un factor de riesgo, aunque no están relacionadas directamente con el comportamiento suicida, sin embargo son focos de alerta pues son prácticas de auto castigo que algunas personas usan para "regular" las emociones de una forma negativa, señaló.
"El concepto o concepción, refiere alguna herida o daño provocado por nosotros mismos, para con múltiples propósitos relacionados con aspectos como la pertenencia, regulación de emociones, curiosidad, y otras que se presentan normalmente en etapas tempranas de la vida", puntualizó.
Añadió que existen las lesiones cuyo fin es suicida, pero las que no tienen intencionalidad suicida, pueden ser una especie de juego, curiosidad o incluso se realizan por afición al riesgo.
"En estas connotaciones, sabes que la vida está en riesgo, otras veces, sabes lo que está en riesgo, es decir, que vas a recibir golpes, escoriaciones, principalmente autolesiones por cortes, o cutting, qué es lo más frecuente".
Añadió que algunas emociones que típicamente no tenemos en mente, y pueden estar asociadas a las autolesiones, son golpear, quemarse, abusar de medicamentos. Otras, optan por privarse de la comida como una especie de automaltrato.
Este tipo de conductas, tiene que ver con la curiosidad, con la pertenencia a un grupo, y una vez que se lleva a cabo, se "regula" la emoción, ya sea la culpa, vergüenza, o lo que se esté experimentando, de tal forma que se empareja con cierta sensación de alivio, para después retomar lo que venga con cierta sensación de alivio.
Hay personas que dicen que es una forma de sentirse vivas, por ejemplo, cuando tienen una depresión muy profunda, con un aplanamiento afectivo, las autolesiones son una forma de estimular esa sensación de vida.
El especialista añadió, que hay quienes caen en una conducta tan repetitiva, que se vuelve adictiva, al grado que se genera tolerancia al dolor y puede ser una forma de que las autolesiones te preparen para el suicidio en cuanto a la tolerancia al dolor físico.
Esto es, "se van mentalizando para cada vez tenerle menos miedo, tanto al dolor, como al hecho" (la muerte).
De cualquier forma, este tipo de prácticas está diciendo mucho de la persona, y detectarlas a tiempo permite que tenga una atención profesional para trabajar el resentimiento, frustración y aprender a canalizar esos sentimientos positivamente, puntualizó.
Expuso que las personas que cometen auto lesiones, y llevan un tratamiento, comienzan a comprender lo que ocurre y entonces desaparece este tipo de prácticas, porque tienen que ver con una situación que quieren comunicar.
Por lo anterior, llamó a entablar conversaciones sanas con los hijos desde pequeños para poder conocer sus sentimientos y emociones, y poder apoyar su pleno desarrollo.