México está habitado por una rica diversidad de pueblos y comunidades indígenas poseedoras de un invaluable legado cultural y el estado de Chihuahua no es una excepción; aquí, conviven cuatro grupos étnicos que habitan el territorio desde tiempos inmemoriales; Rarámuri, Tepehuanes, Pimas y Guarojíos; no obstante, son los dos primeros quienes abarcan el mayor porcentaje de la población nativa, teniendo como hogar la famosa Sierra Tarahumara.
A la llegada de los españoles, el actual estado de Chihuahua era ocupado por varios pueblos, entre ellos; los Tubares, Tobosos, Cocoyomes, Joyas, Conchos, Guazapares, Chínipas, Tarahumaras, Salineros y Pimas.
Sin embargo, poco a poco la mayoría de los nativos fueron desplazados o erradicados del territorio, sobre todo durante las llamadas “cacerías apaches”, al grado de actualmente, únicamente quedan cuatro grupos en el estado, siendo los Rarámuri y Tepehuanes los más numerosos.
Tanto tarahumaras como tepehuanes comparten muchos rasgos en común; no obstante, se trata de dos culturas con origen, costumbres y lenguaje diferentes. Por un lado; los tarahumaras o Rarámuri han habitado por siglos entre las cuevas y barrancos de la Sierra Tarahumara; mientras que los Tepehuanes del norte están emparentados con los Tepehuanes del sur, provenientes de otros estados del país.
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Pueblo Rarámuri, el más extendido en Chihuahua
Los nativos de esta etnia se llaman a sí mismos "rarámuri", que significa corredores a pie; proviene de las raíces: rara (pie) y muri (correr), aunque la mayoría de las personas los conocen con el nombre de tarahumaras.
De todos los grupos originarios en Chihuahua, es el más numeroso y habita un espacio más amplio que los demás, por lo que a su territorio también se le denomina Sierra Tarahumara.
Para los Rarámuri, la principal actividad para su subsistencia es el cultivo del maíz, alrededor de él se organiza la mayor parte de su vida cotidiana y ceremonial; sin embargo, también fabrican objetos para satisfacer las necesidades de la familia, tanto para el uso cotidiano como para las ceremonias y rituales.
Las mujeres suelen elaborar ollas de barro, cajetes, platos, vasos, tazas y jarros; en algunos lugares también usan la palma y palmilla para tejer canastas de diversos tamaños. Mientras que los hombres fabrican violines, bolas, arcos y tambores, bateas, cucharas y tallan figuras con madera; ambos sexos tejen cobijas y fajas de lana con figuras geométricas.
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En cuanto a su territorio y distribución, el pueblo Rarámuri se extiende por la mayor parte de la Sierra Tarahumara en Chihuahua, suelen vivir de manera dispersa en rancherías de los municipios de Guadalupe y Calvo, Morelos, Balleza, Guachochi, Batopilas, Urique, Guazaparez, Moris, Uruachi, Chínipas, Maguarichi, Bocoyna, Nonoava, Carichí, Ocampo, Guerrero y Temósachi.
Esta etnia limita territorialmente con los guarojíos, los tepehuanos y los pápagos, con quienes comparten en ocasiones la organización ejidal.
La lengua Tarahumara forma parte de la familia yuto-azteca, que se extiende desde Utah en los Estados Unidos hasta Centroamérica y está considerada junto con el concho y el guarojío dentro del subgrupo cahíta-ópata-tarahumara, emparentado con el subgrupo pima-tepehuano y el cora-huichol.
Tepehuanes del norte y cómo llegaron a la Sierra Tarahumara
También conocidos con el nombre de ódami; en realidad, la etnia de los Tepehuanes consta de dos variantes, los denominados Tepehuanes del norte y del sur.
Los Tepehuanes del sur habitan principalmente en el extremo sur de Durango, así como en Nayarit y Zacatecas, se les nombra de esta manera para distinguirlos de los Tepehuanes del norte, que viven en el estado de Chihuahua y están más emparentados en muchos sentidos con los Rarámuri.
Las diferencias entre estos grupos humanos se manifiestan con claridad en sus dialectos, vestido, organización social y religión, así como en sus ideas y creencias sobre el mundo.
Una de las hipótesis que se manejan para explicar el origen de los tepehuanes en Chihuahua es que son los descendientes de grupos llegados desde el sur, posiblemente huyendo de los conquistadores europeos. Por lo que, según esta teoría, los tepehuanes del norte habrían quedado “atrapados” en la frontera del territorio rarámuri.
Con el paso del tiempo, los términos rarámuri y tepehuán se fueron modificando a partir del año 1620, bajo efecto de la presión española. Los límites territoriales de ambos pueblos dependían del lugar que ocupaban respecto al mantenimiento del orden, ya que los tepehuanes se encontraban bajo una estricta vigilancia y eran reprimidos al menor movimiento, mientras que los rarámuri gozaban de una mayor libertad.
Una de las similitudes entre ambos grupos que los lleva a ser confundidos es su afición por beber tesgüino, elaborado con maíz fermentado, ya que es un acto de enorme valor cultural tanto para los ódami, como los rarámuri. Los pueblos de la Sierra Tarahumara realizan tal cantidad de tesgüinadas que los europeos rápidamente les atribuyeron la fama de “borrachos”.
En cuanto a su lengua, el dialecto indígena tepehuano del norte pertenece a la familia lingüística yuto-nahua, y a la subfamilia yutonahua del sur, tiene una variante lingüística y se habla en dos municipios del estado de Chihuahua.
Finalmente, los ódami o Tepehuanes del norte habitan principalmente en los municipios de Baborigame y Guadalupe y Calvo, con una pequeña población en Guachochi.
Publicada originalmente en El Sol de Parral
