A partir de ahora, las cafeterías en México tendrán prohibido anunciar entre su productos la bebida Frappuccino, o al menos no podrán llamarlas de esta manera ya que podrían meter en problemas legales con Starbucks.
Y no solo de Frappuccino, la empresa multinacional lo convirtió en una marca registrada a sus variantes; Frapuchino, Frappucino, y/o Frappuchino, por lo que ya comenzó a notificar a algunos negocios mexicanos para que la quiten de su menú.
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¿Puede Starbucks ser dueño del Frappuccino?
Desafortunadamente para las pequeñas o grandes cafeterías, no hay forma de que puedan impedir que les prohíban usar este nombre entre sus productos, ya que Starbucks es propiedad de la empresa que lo inventó y el registro está totalmente respaldado por la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos.
Hace unos días el negocio Antoniett Cafe, ubicado en Veracruz, recibió un documento donde se le solicitaba que:
Desista y retire el uso, venta, promoción a cualquier actividad comercial relacionada con la marca Frappuccino o las variantes Frapuchino, Frappucino, y/o Frappuchino en su establecimiento mercantil”
El documento señala que la empresa registró la marca Frappuccino en Estados Unidos en el año 1994, razón por la que no está permitido usarla en todo tipo de publicidad, ya sea en su menú; carteles, página web o redes sociales.
No obstante, la bebida como tal no necesariamente tendrá que desaparecer, ya que puede ser comercializada si es llamada de otra manera o pidiendo una licencia a la empresa para poder usarlo.
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La historia del frappuccino
Starbucks, pese a ser literalmente el dueño del Prappuccino, no es el creador original de la que hoy es una marca registrada, sí es propietaria de la cafetería que la dio a conocer en los años noventa.
La bebida es una mezcla de palabras y sabores, frappe y cappuccino, la cual fue creada en Cambridge, Massachusetts y comenzó a venderse en las cafeterías del estadounidense George Howell, haciéndose muy popular entre los alumnos de Harvard.
Fue en el año 1994, cuando Starbucks compró George Howell, iniciando con unas 24 cafeterías y con ello adquirió los derechos sobre el Frappuccino.