No solo el fentanilo, Estados Unidos ahora se enfrenta a otro enemigo de la salud pública: la xilacina, un sedante de uso veterinario que la DEA (Drug Enforcement Administration) ha detectado en combinación con diversas drogas, entre ellas el fentanilo.
Este sedante prolonga el estímulo de otras drogas, por lo que se le conoce como la “droga zombie”. Testigos narran que “literalmente te come la carne”. Conoce más acerca de esta sustancia.
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¿Qué es la Xilacina?
La xilacina es un sedante de uso veterinario no opioide y no autorizado para consumo humano. Conocida también como tranq, según el departamento de salud pública de Filadelfia, se trata de un depresor (sustancia que ralentiza la actividad del sistema nervioso central) que causa somnolencia, amnesia y reduce el ritmo respiratorio, el cardiaco y la presión arterial, según el estudio Severe intoxication from xylazine inhalation (Intoxicación grave por inhalación de xilacina) y el Xylazine intoxication in humans and its importance as an emerging adulterant in abused drugs (Intoxicación por xilacina en humanos y su importancia como adulterante emergente en drogas)
Este sedante es utilizado en caballos, perros, gatos y bovinos, para procedimientos quirúrgicos menores de corta duración como suturas; además para el manejo de animales, procedimiento de diagnóstico o como preanestésico, según indica el Ministerio de Sanidad de España.
Consumo de fentanilo mezclado con xilacina
La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), informó en su reporte de octubre del 2022 que la xilacina ha sido detectada en combinación con el fentanilo, además de otras drogas como la cocaína o la heroína.
La DEA indica que este sedante fue encontrado por primera vez como adulterante en la década de los 2000 en Puerto Rico.
La xilacina es de fácil acceso, pues se puede comprar en sitios web sin ningún tipo de comprobación para su uso en la profesión veterinaria. Se oferta por kilogramo con proveedores chinos, con precios que van desde los seis a los 20 dólares. Debido a su bajo precio, los narcotraficantes la utilizan como adulterante para obtener más ganancias, pues reducen la cantidad de fentanilo o heroína que utilizan en la combinación.
En la calle se le conoce por los nombres de “tranq" “tranq dope” o “zombie drug”. La agencia EFE informó que en las calles de Kensington, Filadelfia, se puede observar a personas tiradas en las banquetas, consumiendo drogas a simple vista, arqueados por los efectos secundarios de las drogas, e incluso algunos caminando como zombies por calles llenas de jeringas.
Los efectos del consumo de xilacina son heridas graves en la piel; lesiones en los tejidos blandos, las cuales pueden derivar en tejido muerto, descomposición y llegar a provocar una amputación. Las lesiones se desarrollan en las áreas por donde se suministra la droga, convirtiéndose en una amenaza letal.
“Es literalmente la piel de la persona pudriéndose y puedes olerlo”, narra a CNN, James Sherman, un adicto recuperado.
Otros efectos que produce su consumo son somnolencia, sequedad de boca, hipertensión, taquicardia, hipotensión, bradicardia, hipotermia, hiperglucemia y arritmia.
El pasado 28 de febrero, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), adoptó medidas “para restringir el ingreso ilegal al país de ingredientes farmacéuticos activos de xilacina y medicamentos en formas farmacéuticas terminadas con el fin de abordar una creciente preocupación de salud pública”.