Ante el alto incremento de remesas provenientes de zonas en donde la población de inmigrantes es relativamente pequeña, además de que se recibieron más transferencias de dólares por mes que el número de hogares; el estudio realizado por “Signos Vitales” señaló que unos 4.4 mdd de los 58 mil 500 mdd enviados en remesas desde EU el año pasado podrían estar vinculados a actividades ilegales.
Desde que las autoridades tienen registro de estas transferencias transnacionales, gran parte de las remesas que llegan a México tienen como destinos principales 10 entidades federativas: Ciudad de México (CdMx), Estado de México (Edo. Mex), Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz.
Hasta 2017 Chiapas no figuraba (2.1% del total de las remesas) y en 2022 terminó siendo la sexta entidad que capta más remesas (5.4% del total). El monto acumulado en 2022 fue de 3.2 mmdd, el crecimiento respecto de 2018 es de 284.2% (2.3 mmdd).
Se destacó que, en México, entre 2018 y 2022, hubo un crecimiento desenfrenado del 73.7% (24.8 mmdd), lo que levanta muchas interrogantes, puesto que en el mundo se estima que el crecimiento apenas será de 14.3%, acorde al estudio presentado.
Históricamente, en nuestro país, la mayor parte de las remesas proviene de California y Texas. Al cierre de 2022, ambos estados concentran el 48.1% de las remesas enviadas desde Estados Unidos. California y Texas son de vital importancia para las relaciones entre ambos países, pues concentran la mayor cantidad de población de origen mexicano y son las principales fuentes de remesas.
Con el estallido de la crisis sanitaria hay cambios estructurales en las tendencias geográficas: el primero es un crecimiento exponencial (278.7% entre 2018 y 2022) en el envío de remesas desde estados en donde la población de origen mexicano (o naturalizada estadounidense) es relativamente menor como Idaho, Maine, Minnesota, Montana, Nuevo Hampshire, Dakota del Norte, Tennessee y Utah.
En los mismos años, se observa el crecimiento de 332.5% en el monto de las operaciones de las cuales no es posible reconocer el estado de origen (incremento de 927.1 millones de dólares), las cuales ahora representan el 2.2% del total de las remesas enviadas desde Estados Unidos.