La confianza empresarial en la entidad registró un ligero incremento en la comparación de los meses de junio a julio, al pasar de 38.3% a 38.7%, según las cifras emitidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en su último registro.
Aunado a esto, la expectativa empresarial que es un indicador agregado de tendencia por los directivos de las empresas, también registró un incremento durante este periodo, al pasar de 48.9 a 49.6%.
Sin embargo, en el comparativo anual, el desplome registrado es de mayor diferencia, pues en cuanto a la confianza registró una caída del 21.6% al pasar de los 49.4 a 38.7 puntos porcentuales, mientras que la expectativa registró un 17% al pasar de 50.9 a tan sólo 49.6% de este indicador.
Según el registro anual, la caída de este indicador comenzó en el mes de diciembre del año pasado, cuando de 49.4% decreció a 49.0 puntos porcentuales para tener una apertura en enero de 47.6%.
No obstante la mayor caída registrada en el indicador de la confianza, se registró en el mes de abril, al pasar de los 43.8% que registraba en marzo, cuando comenzaban los primeros estragos de la pandemia, a 37.3% en abril, cuando el cierre de empresas fue una realidad.
En cuanto a la expectativa, durante los primeros dos meses de este año se mantuvo en un promedio por encima del 49%, sin embargo, en marzo cayó a 47.3% y en abril registró el mayor desplome, al caer hasta los 40.00 puntos porcentuales.
La confianza empresarial, a pesar de las debacles que había registrado los primeros meses de la pandemia, presentó su porcentaje más bajo en el mes de mayo, previo al cambio de semaforización, al caer hasta los 35.5%.
En cuanto a la expectativa, tras la caída de abril, comenzó a recuperar terreno los meses siguientes, gracias a la reactivación económica, acercándose de manera apropiada a los niveles que presentaba el año pasado, sin embargo, en cuanto a la confianza, aún la recuperación va muy por debajo del registro del año pasado.
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