El precio del frijol aumentó 17 por ciento en el último año, de acuerdo con datos del Inegi, subió más de 6 pesos, al pasar de 37.67 a 44.33 pesos el kilo. Según Roberto Baca Perea, este incremento parte de la disminución en la superficie sembrada con frijol, que en el mismo lapso registró una baja del 76 por ciento. A comparación con la superficie de 72 mil hectáreas que se sembraban en 2022, para 2023 pasaron a 16,830; el incremento en el precio impacta en toda la población, dado que es un producto de la canasta básica.
En el último año, el precio del frijol registró un aumento del 17 por ciento, de acuerdo con datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este incremento se traduce en un alza de más de 6 pesos por kilo, pasando de 37.67 a 44.33 pesos.
Comparando el mes de septiembre de 2023 con el mismo periodo del año anterior, se observa una notoria variación en los precios del frijol en diferentes presentaciones. Por ejemplo, para el tipo de frijol "VERDE VALLE, PINTO, BOLSA DE 900 GR", el costo ha aumentado a 44.33 pesos por kilo en septiembre de 2023, marcando un incremento sustancial desde los 37.67 pesos registrados en el mismo mes del año anterior.
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Asimismo, para la variedad "PINTO, SALTILLO, BOLSA DE 1 KG", se reporta un aumento significativo en el costo, pasando de 25.65 pesos en septiembre de 2022 a 27.86 pesos por kilo en septiembre de 2023.
El aumento significativo en el precio del frijol, que ha experimentado un incremento del 17 por ciento en el último año, se encuentra estrechamente relacionado con la disminución drástica en la producción de este importante alimento en Chihuahua.
Roberto Baca Perea, jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en la región de Jiménez, ha señalado que este incremento en los precios parte directamente de la marcada reducción en la superficie sembrada de frijol.
En el período de un año, la superficie sembrada de frijol en Chihuahua disminuyó drásticamente, pasando de 72,010 hectáreas en septiembre de 2022 a tan solo 16,830 hectáreas en septiembre de 2023.
El año pasado, según los datos del SIAP, se produjeron un total de 57 mil 013.52 toneladas de frijol en las 72 mil hectáreas, que arrojan como rendimiento 0.75 toneladas por hectárea.
Tomando en cuenta el ultimo índice de rendimiento; se estima que podrían cultivarse 12 mil 622.5 toneladas de frijol; representando una baja respecto a las 57 mil toneladas que se produjeron el año pasado.
Esta disminución en la producción ha generado una disminución notable en la oferta de frijol en el mercado, lo que ha impactado directamente en los precios. La ley de la oferta y la demanda ha llevado a un aumento significativo en el costo del frijol en sus distintas presentaciones, afectando a los consumidores que dependen de este alimento básico en su dieta cotidiana.
Ante esta situación, Baca Perea indicó que los agricultores y autoridades están evaluando medidas y estrategias para incentivar la producción de frijol en la región y así estabilizar el mercado y los precios.
El incremento en la superficie sembrada y la producción de frijol se vuelve crucial para asegurar un abastecimiento suficiente y accesible de este alimento, fundamental para la alimentación de la población.
Esta reducción drástica en la producción ha generado una escasez de frijol en el mercado, creando un desequilibrio entre la oferta y la demanda. Los agricultores, en su búsqueda por mantener la rentabilidad ante posibles alzas en los costos de producción, han ajustado los precios al alza para asegurar su sustentabilidad económica.
La persistente sequía, que azota varias regiones del norte de México, se ha convertido en un grave problema que amenaza, no solo la producción de alimentos, sino también la economía de las familias.
Los efectos de esta sequía, agravados por el cambio climático, están dejando una huella profunda en sectores agrícolas clave, siendo la producción de frijol uno de los más afectados, alimento básico en la dieta mexicana.
En estados como Chihuahua, una de las principales zonas productoras de frijol en México, los agricultores se enfrentan a una situación crítica. La falta de lluvias ha dejado tierras resecas y sin capacidad para cultivar, lo que ha llevado a una drástica reducción en la superficie sembrada de frijol.
El ciclo de sequía prolongada ha generado un desbalance en la oferta y la demanda de frijol, lo que ha tenido un impacto directo en los precios. La menor disponibilidad del producto en el mercado ha llevado a un aumento considerable de los precios, afectando a los consumidores y a su poder adquisitivo.
Este escenario, plantea un llamado de urgencia a implementar estrategias efectivas para mitigar los impactos de la sequía en la producción de alimentos. Medidas como la implementación de prácticas agrícolas sostenibles, el fomento de tecnologías de riego eficiente, el apoyo a los agricultores afectados y la inversión en infraestructura hídrica son esenciales para contrarrestar los efectos negativos de la sequía en la agricultura.
Nota publicada originalmente en El Sol de Parral