Tortillerías de la ciudad de Chihuahua ya aplicaron aumentos de 2 pesos en promedio por cada kilogramo a partir de este primero de marzo; sin embargo, Juan Carlos Dávila Arteaga, presidente del Consejo de Administración de la Gran Alianza de Industriales de la Masa y la Tortilla de México AC, expuso que buscarán un acercamiento con autoridades para evitar que llegue a los 30 pesos.
Es de precisar que ayer algunas tortillerías en la capital registraron alzas en sus productos, pero otras lo mantuvieron; ante esto, Dávila Arteaga señaló que el sector se encuentra en una situación muy vulnerable por varios factores, sin embargo, expuso que una omisión imperdonable es que dentro de los 40 productos que manejó Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), la tortilla no fue incluida.
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Por otro lado, apuntó que en el paquete contra la inflación y la carestía, se seleccionaron 15 empresas por adjudicación directa, donde se encuentran las dos harineras de más grande prestigio que suministran a tiendas de autoservicio, mismas que no llegan hasta las zonas rurales y/o zonas vulnerables.
Mientras que la Gran Alianza siempre ha buscado hacer contratos con los micro y pequeños productores, que no tienen cabida en las enormes comercializadoras; estrategia que tiene como fin pagar un precio justo a los campesinos y que los tortilleros tengan un inventario suficiente y no sufrir de manera imprevista y desproporcionada los incrementos que se registran en el maíz: anteriormente, la tonelada se adquiría en 10 mil 400 pesos y a partir de ayer la tonelada superó los 18 mil pesos.
Para poner en contexto, explicó que las grandes tiendas que cuentan con tortillerías, venden el kilo entre 10 y 13 pesos; estas últimas ascienden a 6 mil 588 tiendas en todo el país generando 13 mil 160 empleos, mientras que la Gran Alianza pertenece a un padrón de 110 mil establecimientos con 580 mil empleos directos, por lo que consideró que no hay punto de comparación.
Ante esta situación, desde la asociación han solicitado puntos de acuerdo, peticiones que fueron atendidas por el senador Gustavo Madero, presidente de la Comisión de Economía, y por el diputado federal Gerardo Fernández, pero no han trascendido.
Aparte, presentaron proyectos integrales ante las comisiones en la Cámara de Diputados y en el Senado, así como en la Secretaría de Energía, en la Secretaría de Economía y en la Secretaría del Bienestar, y simplemente ahí se quedaron.
“No se le ha dado el seguimiento ni la importancia, quizá no han dimensionado la situación tan crítica que estamos empezando a vivir, una crisis económica muy precaria, muy raquítica; una crisis alimentaria y una crisis agroalimentaria, y a la tortilla sigue sin dársele la importancia y atención que amerita”, expuso Dávila Arteaga.
Recordó que el precio de la tortilla quedó liberado el 2 de enero de 1999, y actualmente ronda entre 24 y 25 pesos el precio, pero que si el punto de equilibrio indica que debe subirse hasta a 30 pesos, deberá comercializarse a ese costo, resaltó el entrevistado, quien manifestó que continuarán buscando el diálogo y alternativas para evitarlo; no obstante, para ello se necesita voluntad política. Aparte, manifestó la necesidad de incentivar al principal aliado y eslabón que es el productor agropecuario.
Casi para finalizar, resaltó que la lucha continuará por parte de la Gran Alianza de Industriales de la Masa y la Tortilla para no afectar más la economía de la ciudadanía, e insistió en que buscarán el acercamiento con las autoridades municipales, estatales y federales, porque se está atentando contra la soberanía alimentaria.
Para concluir, evidenció que hay quienes elaboran este producto básico con maíz pecuario (para alimento animal) y con maíz transgénico; pero aseguró que a pesar de hacerlo saber a las autoridades correspondientes, no se actúa al respecto.