Canasta alimentaria sobrepasa los 2 mil 200 por persona: Coneval

Mientras la canasta alimentaria y no alimentaria, Coneval la calculó en 4 mil 415.03 pesos

Karina Rodríguez | El Heraldo de Chihuahua

  · lunes 8 de enero de 2024

Foto: Archivo | El Heraldo de Chihuahua

El costo de la canasta alimentaria urbana ascendió a 2 mil 225.57 pesos mensuales por persona, según el último reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), lo que representó un alza de 115.18 pesos en el comparativo anual.

Para noviembre de 2023, el costo superó los 2 mil 200 pesos; mientras que en noviembre de 2022, la canasta alimentaria rural estuvo en 2 mil 110.39 pesos.

En lo que respecta a la canasta alimentaria rural, pasó de mil 620.78 pesos a mil 701.52 pesos entre el antepenúltimo mes de 2022 y el mismo periodo de 2023.

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En el comparativo mensual, la canasta alimentaria urbana subió de 2 mil 224.83 pesos en octubre de 2023 a 2 mil 225.57 pesos en noviembre de 2023; y la rural de mil 701.52 a mil 703.61 pesos en dicho periodo.

En cuanto a noviembre de 2021, los costos fueron los siguientes: mil 879.04 pesos en el caso de la urbana, y mil 447.57 pesos en la rural, lo que significa 346.53 pesos y 662.82 pesos más, respectivamente.

Asimismo, la canasta alimentaria y no alimentaria, Coneval la calculó en 4 mil 415.03 pesos en la urbana, y en 3 mil 184.66 pesos la rural.

El Consejo actualiza mensualmente los valores monetarios de las Líneas de Pobreza por Ingresos (canasta alimentaria más no alimentaria) y Líneas de Pobreza Extrema por Ingresos (canasta alimentaria) utilizando el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) calculado y publicado por el INEGI.

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Es importante recordar que, las Líneas de Pobreza por Ingresos tienen como propósito contar con un referente monetario para determinar si lo que perciben las personas es mayor o menor a ciertos umbrales de ingreso establecidos de acuerdo con criterios específicos, es decir, si el ingreso corriente por persona es suficiente para adquirir los productos de las canastas.

En este sentido, no constituyen una sugerencia del patrón de gasto que deben adoptar los hogares mexicanos para cubrir sus necesidades, debido a que la estructura del gasto depende de las necesidades, la disponibilidad de bienes de consumo y preferencias específicas de cada individuo o familia.

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