Uno de los seis subíndices que mide el Índice de Competitividad Urbana (ICU), es el de sociedad y medio ambiente, donde la ciudad de Chihuahua destaca como el primer lugar nacional dentro de las urbes con más de un millón de habitantes.
Dicho subíndice evalúa la capacidad de las ciudades para ofrecer una alta calidad de vida y relacionarse de manera sostenible con los recursos naturales. Contempla áreas como educación, salud, agua y residuos sólidos, factores que impactan directamente en el bienestar de los habitantes.
Cabe precisar que los indicadores que miden el subíndice de sociedad y medio ambiente son: residuos sólidos, consumo de agua, capacidad de tratamiento de agua en operación, cobertura educativa, grado de escolaridad y personal de salud, detalló la Plataforma de Inteligencia Competitiva del Sector Privado (PICsp), con datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
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Aparte, para determinar la competitividad de una ciudad, el IMCO consideran otros cinco aspectos como la innovación y economía, en el cual la Capital ocupó el cuarto sitio, el mercado de trabajo (4°), derecho (6°), infraestructura (10°) y sistema político y gobierno (20°).
Es de recordar que, en términos generales, dentro de las ciudades con más de un millón de habitantes, Chihuahua se colocó como la quinta más competitiva, por debajo de Saltillo, Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
El IMCO manifestó que para que las personas encuentren más y mejores oportunidades, es fundamental contar con ciudades competitivas que cumplan con Seguridad: Para que los habitantes de una ciudad puedan interactuar y decidir con libertad, su seguridad física y jurídica son cruciales. En promedio, las ciudades redujeron la tasa de homicidios, al tiempo que aumentó la percepción de seguridad. Las ciudades más seguras son Mérida, Saltillo y La Laguna, mientras que las menos seguras son Tijuana, Cancún y Cuernavaca.
También generar innovación: Las ciudades pueden ser semilleros para la creatividad y la generación de ideas que impulsan el desarrollo y crecimiento personal y social. Comparando con la edición anterior del ICU, se observa que en promedio disminuyeron los centros de investigación presentes en las ciudades por cada cien mil personas económicamente activas. Lo mismo pasó con la cantidad de patentes solicitadas.
Y estar conectadas: La colaboración es clave para la prosperidad compartida, por lo que tejer redes físicas que la faciliten es un elemento importante para mejorar la competitividad. Entre las 66 ciudades, en promedio, se registra una mejora en el uso de servicios financieros por cada persona adulta, al tiempo que se redujeron los costos de la electricidad.