En el primer trimestre del 2022, el gasto promedio que se efectuó en cada compra de comercio electrónico, para la tarjeta de crédito, fue de mil 112 pesos y para la de débito, por 465 pesos, lo que indica todavía que para compras pequeñas el uso es preferentemente con recursos propios y para compras de mayor cuantía, se aprovecha el crédito otorgado por las entidades financieras.
En este sentido, en comparación con el primer trimestre del 2021, es la tarjeta de crédito la que presentó un mayor incremento en el número de sus operaciones, con el 11% y un 30% en su monto; mientras que las compras con tarjeta de débito aumentaron 9% y 24%, respectivamente.
Para los primeros tres meses del año en curso, el 62.7% de los tarjetahabientes finalizó en un movimiento autorizado por parte de la institución emisora de la tarjeta, de las cuales, solo el 0.41% derivó en un contra-cargo o reclamación por parte del titular de la tarjeta, al no reconocer la operación o el monto de la misma, informó la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
En cuanto a participación en las operaciones, continúan siendo dos instituciones las predominantes, representando alrededor del 63.5% del total, estas son BBVA y Banamex.
En el periodo analizado, el porcentaje de autorización se redujo, en el caso de la tarjeta de crédito a 67%, mientras que en las de débito fue del 61%.
Para las compras con tarjeta de crédito, 15 instituciones autorizaron más de la mitad de las solicitudes, y en el caso de la tarjeta de débito fueron 12. Cabe destacar que Banamex tiene el porcentaje más alto de autorización para ambas tarjetas.
Algunas de las causas que pudieran explicar el porcentaje de rechazo o por qué no se acepta una compra en línea, y desde el punto de vista de los usuarios son: se rechazó la tarjeta sin explicar la razón por parte de la institución emisora; la institución rechaza el movimiento por ser inusual; se abandona la compra porque era necesario comunicarse con la institución emisora de la tarjeta para aprobar la operación; se abandona la compra porque rechazaron la forma de pago; después de varios intentos se paga con una tarjeta de una institución distinta; o bien diferentes medidas de seguridad entre los emisores.
Si se considera el lado de la entidad emisora, algunas de las razones para que no sea autorizada una compra en internet, pueden ser porque: la información de la tarjeta es errónea; la tarjeta se encuentra expirada; el crédito disponible o los fondos no son suficientes para cubrir el importe de la compra; o por medidas de seguridad la institución bloqueo esa compra por tratarse de un movimiento irregular o extraño.