La Red Emprende Chihuahua, presentó la plática Emprendimiento Social, en el marco de los eventos de la Innovation Week, en la que participaron emprendedores sociales, cuyas participaciones estuvieron encaminadas a mostrar el desarrollo que han tenido a través del Centro de Liderazgo y Desarrollo Humano, moderados por Rodrigo Campillo e Idaly Moreno Delgado.
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La iweek es un evento virtual gratuito sobre innovación, tecnología y emprendimiento, organizado por la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico del Gobierno del Estado de Chihuahua y coordinado por el Instituto de Innovación y Competitividad.
En el tema de emprendimiento social participaron Pamela Solano, Erick de la Rosa y Cecilia Bolado, quienes manifestaron los retos que han afrontado para el desarrollo de cada uno de sus proyectos.
Pamela destacó el tema de la pandemia por Covid, y descubrir nuevas conexiones y procesos dentro de las medidas restrictivas de prevención de contagios. En ese sentido, instó a los nuevos emprendedores, a que cuando diseñen un proyecto de emprendimiento social, lo validen con hechos y no quede solo en ideas, sino que lo realicen en la medida de sus posibilidades y a partir de ahí, realicen los ajustes necesarios para obtener resultados, como la aceptación de los clientes y la viabilidad del negocio.
“El mayor aprendizaje durante el recorrido de proyectos de impacto, es la validación, que la idea tenga impacto, que sea rentable, que cree valor a los interesados. Para mí, la validación, y no quedarse nada más con lo que se piensa. Y no es ni la familia, son los clientes que van a pagar afuera por un modelo de negocio, aunque sea social, si no hay quien pague por él. Como resumen, validar”, compartió.
Pamela refirió que su objetivo es crear conciencia sobre tener una buena nutrición, para una mejor calidad de vida, que con los alimentos de alto valor nutricional que creó, pueda crear conciencia en las personas. “Les aconsejo que no desistan, es un camino largo, de resultados a largo plazo, ser constantes y saber que la recompensa está más adelante”, finalizó.
Erik de la Rosa, cuyo proyecto es el desarrollo de un prototipo para limpiar agua y beneficiar a quienes no tienen acceso al vital líquido, coincidió en el punto de la validación, se motivó a emprender socialmente a partir de cuestionarse el impacto positivo que creaba en su entorno.
“Decidí cambiar totalmente de giro, y me decidí por el diseño, la cerámica y para tener un proyecto sostenible, y uno de los principales, era la cuestión del agua. Para mí ha sido muy importante, y me propuse tratar de resolver un problema, sobre todo con innovación. Uno de los retos más importantes fue pasar de la idea a un prototipo funcional, y que pudiera tener aceptación, desarrollamos previamente otros prototipos que no tuvieron el éxito que teníamos, invertimos dinero y esfuerzos, hasta que desarrollamos un prototipo que pudiera limpiar realmente el agua, con pruebas de laboratorio, y que tuviera funcionalidad”, expresó durante su participación en la iweek.
El factor que tomó en cuenta para aventurarse a emprender, fue cumplir con que su proyecto fuera rentable, escalable y reproducible.
A los nuevos emprendedores les recomendó que sean tercos, pero que tengan una planificación, esa es la base para saber y tener una guía si el proyecto va a funcionar o no; y considerar que el inicio será cuando cumpla lo anterior y sepan por dónde ir.
Cecilia Bolado de Kusá, mencionó que uno de los mayores retos en la fabricación de textiles desde una cooperativa de creadoras rarámuris, ha sido que las 14 mujeres que la integran y que representan a 14 familias a la par del proyecto durante cinco años, es adoptar una visión empresarial, y no modificar su esencia, al provenir de una cultura en la que lo valioso es la familia y la tierra.
“Ese tránsito cultural sin destruir la idea de quién es cada persona, ha sido muy difícil. Lo vamos logrando poco a poco. No sabemos cómo hacer que cientos de años de cultura, cambien. Eso ha sido un reto fuerte para nosotros, y ahora que estamos tratando de expandirnos, la cooperativa está muy sensible en la cuestión económica. ¿Cómo las convences de aceptar un préstamo para seguir adelante cuando no pueden pensar en una obligación a largo plazo?, porque sus recursos y forma de vivir, nunca ha sido así. Es difícil pero es necesario que integremos a compañeras de los pueblos originarios en la nueva forma de vivir, pero sin intervenir y sin quitarles su esencia original”, compartió Cecy.
Como recomendación a quienes quieran incursionar en el emprendimiento social, afirmó que se debe estar dispuesto a aprender siempre, y cuando se haya aprendido todo, tener conciencia de aún así, se seguirán aprendiendo cosas nuevas. También, pedir y aceptar ayuda para desarrollarse.
“Lo más importante estar dispuesto a aprender y a que te ayuden. Los emprendimientos sociales atraen a más gente que quieren hacer cosas, y se te suman voluntades. Aprender a sumar voluntades y a pedir ayudas. Ampliar y decir, ‘no sé cómo hacer esto’, y que te digan qué hacer. Porque siempre hay alguien dispuesto a enseñar. Siempre hay cosas nuevas que tu negocio va a estar requiriendo, en Kusá tenemos un grupo de gente, que se acerca y nos ofrece ayuda. En el emprendimiento social no dejas de aprender y de pedir ayuda”, expresó.
Para finalizar, compartió que su sueño es que en Chihuahua se enciendan las luces para impulsar el textil rarámuri, con la suma de voluntades.
“Porque las mujeres rarámuris solas no, pero en combinación de mestizas y rarámuris vamos a hacer que seamos un jardín de rarámuris ofreciendo sus textiles en todo el estado: hombres y mujeres. Ese es mi sueño, mi emoción y así es como veo a Chihuahua en unos años, con mucha gente rarámuri viviendo bien a partir de que su cultura sea valorada y bien pagada, les aconsejo que sueñen y no dejen de soñar”, concluyó.