En la primera y segunda quincena de enero de 2022, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció un 0.59% respecto al mes anterior, y con este resultado, la inflación general anual se ubicó ya en 7.07%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo, el panorama se agrava si se considera que esa cifra implica un crecimiento quincenal de 0.39%, mientras que los precios de la canasta de consumo mínimo tuvieron un incremento global de 0.76% mensual y de 7.67% anual.
Edmundo Zapién Chacón, analista económico y político, además de catedrático de la UACh, explicó que más que las complicaciones derivadas de la contingencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, la inflación actual tiene que ver con un efecto monetario.
“Desde diciembre del año pasado comenté que se podía ir a un 10% en 2022, ojalá me equivoque, pero con estos datos, vamos que volamos para esa cifra”, expresó.
Señaló que “el Gobierno Federal insiste en culpar a la pandemia, pero creo que están muy, muy equivocados. Se está dando por que se inyectó mucho dinero en el circulante del país, hay mucho”, advirtió.
Comentó que desde 2019 los bancos inyectaron tres cuartos de billón de pesos, es decir, 750 mil millones de pesos, equivalente a la sexta parte del presupuesto anual de México.
“Además, si se checa desde el 2020, cuando empezó la pandemia, hubo muchos créditos, y a pesar de que se cerraron mercados y empresas siguió habiendo mucho crédito y eso promovió mucho circulante”, detalló.
Incluso en las gráficas del activo corriente en México, se observó que desde la llegada del actual Presidente de la República, que al mismo tiempo en que se ingresaron artificialmente esos tres cuatros de billón de pesos, el Producto Interno Bruto cayó: “entonces no tenemos prácticamente productos en qué gastar ese dinero. Estamos fabricando lo mismo, pero con más dinero”.
“El PIB cayó en más de 8% en 2020, pero ya había caído el .1% en 2019, luego rebotamos pero no alcanzamos con lo que cerramos en 2019, si hubiera un crecimiento en el PIB y más inyección de circulante se compensaría, pero no es así”, expuso el analista.
Agregó que ese escenario provoca que los precios de los productos tiendan a absorber el excedente de circulante, y eso deriva en la inflación.
“Si no hubieran inyectado tal cantidad, no hubiera pasado esta inflación tan fuerte que traemos, aunque no es exclusivo de México, en Estados Unidos también le inyectaron 2 trillones de dólares desde que entró Joe Biden, lo que hizo que estén en una de las peores inflaciones”, recalcó.
De igual manera se añade el efecto negativo, que ocasionó la salida de inversiones de México, y debido a ello el “efecto monetario de la inflación es por la pérdida de confianza en la moneda mexicana”, expuso.
“La salida de capitales, relacionada con las políticas públicas federales, la llamada reforma eléctrica, que en Chihuahua frenó la llegada de mil millones de pesos para energía solar, y también ocurre con otros proyectos en todo el país”, observó.