El uso de diablitos en los medidores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) generó una pérdida de 12 mil 563 millones de pesos en 2019, según informó la Comisión. La CFE exhorta a la población en general a no incurrir en este tipo de prácticas, pues podrán ser acreedores de una sanción e incluso ir a prisión.
El uso de los “diablitos” es una práctica muy común en México, la cual es utilizada para pagar menos tarifa por el consumo de electricidad. Una multa económica por utilizar un “diablito de luz” es de mil días de salario mínimo.
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¿Qué es un “diablito”?
Un diablito o diablito de luz es una modificación en el medidor eléctrico para cambiar el registro de consumo por debajo de lo que normalmente se gasta. Se coloca entre la entrada y la salida del medidor para que éste gire más lento de lo normal y solo se registre la mitad del consumo real. Este método es de los más comunes para robar luz.
Los diablitos están hechos con cobre, madera, cartón, láminas y otros materiales, que se colocan dentro de la caja de los fusibles para alterar la lectura que hace el medidor de luz sobre el consumo de energía eléctrica.
¿De cuánto es la multa por poner un “diablito” de luz?
Si en tu medidor colocas un diablito, durante las revisiones aleatorias que realiza la Comisión Federal de Electricidad (CFE), un inspector inmediatamente cortará el servicio de electricidad y notificará a las autoridades correspondientes.
Posteriormente te aplicarán una multa que corresponde a mil días de salario mínimo por utilizar un diablito en tu medidor de la CFE (alrededor de 66 mil pesos), incluso puede implicar de tres a diez años de prisión. Si consideramos un salario mínimo de 207 pesos diarios, la multa ascendería a los 207, 000 pesos.
El artículo 368 del Código Penal Federal decreta como acción violatoria el modificar el medidor de luz y colgar los cables de luz sin tener un contrato:
II.- El uso o aprovechamiento de energía eléctrica, magnética, electromagnética, de cualquier fluido, o de cualquier medio de transmisión, sin derecho y sin consentimiento de la persona que legalmente pueda disponer de los mismos.