El coach especializado en Pymes, Rodrigo Laddaga, resaltó la necesidad de incluir la parte de alta conciencia para tener empresas altamente productivas, plenamente humanas y altamente rentables.
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“Sí, que las empresas generen mucho bienestar económico, pero que sean un vehículo para provocar un bienestar de todas las personas involucradas: el dueño y sus familias, los colaboradores y sus familias, clientes y sus familias, proveedores y sus familias, etcétera”, comentó en entrevista el fundador y director general de Helpi Mentoring.
Previamente, en alianza con Coparmex, Laddaga ofreció la plática titulada “Crecimiento inteligente: Las claves para transformar tu negocio y tu realización personal”, misma que estuvo enfocada en fomentar y ayudar a que los dueños de pequeñas y medianas empresas tengan herramientas y una nueva perspectiva de cómo pueden lograr que su empresa sea una fuente de bienser y bienestar.
“La idea es cómo sí se puede hacer esto y cómo puede ser realmente ésta una solución viable para revertir los problemas económicos, de sustentabilidad, político, social. Cuando en la empresa empezamos a aplicar esta filosofía que actualmente tienen conceptos más modernos como capitalismo consciente, antes se llamaba responsabilidad social empresarial, empresas holísticas; los beneficios son enormes para todos, pero requiere este cambio de perspectiva donde se incluya esta parte de alta conciencia o desarrollo espiritual”, expuso.
Asimismo, explicó que la persona puede tener su propio desarrollo personal, espiritual, de acuerdo a sus creencias, y tener en el otro extremo la parte empresarial. “Es importantísimo que se mezclen para poder generar este tipo de empresas con alta conciencia o capitalismo consciente”, añadió.
Las claves para empatar –dijo-, es prepararse en ambas vías, pues detalló que lo que sucede con la mayoría de los dueños de negocios es que solo se enfocan en el aspecto empresarial, dejando de lado lo personal, espiritual y familiar. “Se toman muchos cursos para mejorar sus empresas con el objetivo final de darle una mejor vida a su familia, pero irónicamente no se toman cursos para ser mejores parejas y padres”, indicó.
El especialista recordó que las estadísticas apuntan a que, en términos generales, el 80% de las empresas nuevas no llegan a los dos años, esto es, ocho de cada 10 desaparecen. Con aquellas que pasan los cinco años, aproximadamente el 85% están sobreviviendo, o sea, viven al día financieramente.
Las principales causas son tres: suponer que basta con dominar la parte técnica del producto o servicio a ofrecer; otro es la falta de enfoque; y la tercera causa es la carencia de conocimiento de las finanzas de las empresas.
Fue claro al señalar que si bien es cierto, no es experto en temas de emprendedurismo, sino que su especialidad es ser coachear propietarios de pymes; pero recomendó hacer algo que te apasione; invertir tiempo y dinero en educación empresarial y personal; y aprender a que el negocio sea rentable desde el día uno, pero dejando utilidad en el flujo.
Para finalizar, Laddaga compartió tres libros que todo emprendedor y empresario deben leer: “El empresario del papel higiénico”, “La ganancia es primero”, y “El Gran Plan”, todos del autor Mike Michalowicz.