Con sonrisa en los labios y gritos de júbilo, los comerciantes de la calle cuarta y aledaños se mostraron alegres esta mañana de lunes al sentirse libres de abrir sus locales, ante una cuarentena que parece interminable.
Así lo mencionó Alberto, quien acomodaba su mercancía acompañado de chiflidos de gusto por regresar a la normalidad, pero sobre todo para recuperar su economía para llevar que comer a su casa.
Otros limpiando y dejando listo para la apertura durante el día en espera ansiosa de clientes y reunir principalmente la renta del espacio, señalaron algunos.
Los bazares no fueron la excepción este 1 de junio para sentirse más libres de operar , como el instalado en calles de la colonia Cerro de la Cruz.
Centenares de comerciantes y ciudadanos se desplazaron a las calles Samaniego desde la calle 64 hasta la 70, se apreciaban aglomerados sin distancia y decenas sin cubrebocas.
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