Con la llegada de José Antonio Fernández a la presidencia del Consejo del Sistema Tecnológico de Monterrey, se estableció un mandato triple que proyectaba tener: los mejores programas, los mejores maestros y los mejores estudiantes de México. Los retos, estando muy claros, hallaron un obstáculo en lo que se refiere a contar con los mejores alumnos del país, ya que al ITESM no llegaban todos los educandos de más altas calificaciones, puesto que algunos no tenían forma de pagar la matrícula.
El ITESM y las becas
Desde su fundación, el Tec de Monterrey, incluyendo el campus Chihuahua, bajo la presidencia de Eloy S. Vallina en sus primeros años y, más tarde, de Federico Terrazas Torres durante varias décadas, había previsto apoyar a los estudiantes con distintos tipos de becas, de una manera más que decidida, puesto que el 60% del alumnado tenía, y tiene, un tipo de beca a su disposición. Al ser una institución líder, muchos jóvenes se inscribían en el Tec, aunque no todos contaban con recursos.
De ese modo el Tec ha destinado, desde su nacimiento, apoyos a becarios cuyo porcentaje se define desde Monterrey. Son cuatro tipos de bolsas que se despliegan a partir de: a) estudios socios económicos, previa solicitud del estudiante o sus padres; b) talento académico (es decir alumnos con 9 de promedio y un examen de aptitud cuya calificación va más allá del porcentaje general), que se otorga independientemente a la situación económica que presenta el interesado y/o su familia.
Las otras dos becas van enfocadas a distintas aptitudes: c) talento estudiantil, ya sea para estudiantes que destaquen como deportistas, artistas o despunten en el ámbito de la cultura; líderes estudiantiles, con un perfil de servicio a sus compañeros y con capacidades de dirigir proyectos grupales; y finalmente, d) quienes cuentan con talento emprendedor y acceden al financiamiento de un proyecto de negocio. Así, el Tec cubre la mayoría de los ámbitos propios de desarrollo.
Los líderes del mañana
Cuando se plantearon contar con los mejores alumnos del país, las autoridades del Tec se dieron cuenta que muchos de los mejores jóvenes estudiantes de México no podían pagar el porcentaje mínimo de la colegiatura, aun con la beca más amplia que podía otorgar el sistema. Su situación era tal que hacía falta cubrir el cien por ciento del monto. Es importante decir que los líderes del mañana, además de aplicados, encabezan también un proyecto social.
Entonces lanzaron el reto a los miembros de los consejos de los campi (o los campus) a fin de cubrir esa distancia económica de estudiantes necesitados que serán los “líderes del mañana”. De este modo, propusieron dos tipos de becas para los consejeros: a perpetuidad, que significa que un consejero aporta el fondo necesario para becar siempre a un estudiante y, la otra modalidad, que implica aportar una beca por una sola vez. Federico y Enrique Terrazas Torres fueron los primeros en becar a perpetuidad.
Alberto Terrazas, presidente de Consejo
En los últimos años y, después de la muerte de Federico Terrazas Torres, su sobrino Alberto Terrazas Seyffert se hizo cargo de la presidencia de Estudios Superiores del Norte A.C., figura legal del Tec campus Chihuahua. Aunque su tío inició con el programa Líderes del Mañana, a Alberto, y al resto de los consejeros actuales, le ha tocado cubrir cuatro ediciones, para lo cual ha contado con el apoyo de Ismael Rodríguez Gallegos, quien se halla al frente del Comité de Becas.
Desde el inicio a la fecha, ya son 50 jóvenes chihuahuenses que se han beneficiado con la beca completa de este proyecto, cuyos perfiles varían por sexo, origen (es decir, la ciudad de la cual provienen), especialidad académica (ingeniería, derecho, etc.) Estos perfiles suelen ser definidos por los aportantes, quienes ponderan diversos aspectos. Llama la atención que existe paridad mujer-hombre entre los becarios.
También han sido espontáneos dos comportamientos extra por parte de becarios y consejeros de Líderes del Mañana. Los empresarios aportantes han asumido, por sugerencia de Enrique Terrazas, la mentoría de los becarios a su cargo, de modo que dan un seguimiento extra al que prevé el programa académico. Por parte de los becarios, a su vez, se ha establecido la costumbre de, ya egresados y con empleo, regresar una cantidad al fondo general que permita becar a otros jóvenes.
El Consejo del Tec campus Chihuahua
Por muchos años, el campus Chihuahua del sistema Tec de Monterrey fue reconocido por las oficinas centrales regiomontanas. En la oficina del director Rodolfo Castelló se observan las estatuillas de varios borregos salvajes, símbolos de premios y primeros lugares a nivel nacional. Aunque ya no se entregan estos reconocimientos, aún se hace patente que el Consejo del campus Chihuahua es el más participativo a nivel nacional, una costumbre que fue procurada y legada por Federico Terrazas.
La solvencia de la infraestructura educativa y la calidad académica de los programas del Tec campus Chihuahua son sabidos en el medio de la instrucción superior nacional. Desarrollos como el sistema Tec Milenio o programas especiales de formación de bachilleratos, entre otros, surgen de la práctica dedicada de años, tanto de maestros como de ejecutivos y, por supuesto de consejeros del Tec.
La salud y el futuro
En ese sentido, Alberto Terrazas, ante la reciente pandemia, se ha echado a cuestas otro proyecto señero: el CITES, Centro de Innovación y Transferencia de la Escuela de la Salud, enfocado en la investigación de la salud integral (física y mental, nutricional y sicológica). Por todos es sabido que Chihuahua se halla en los primeros lugares de obesidad y diabetes; pero también que adolecemos de altas tasas de violencia, depresión y suicidio, especialmente de niños, mujeres y jóvenes.
Alberto Terrazas ha sido piedra angular para generar el modelo basado en investigación y, para ello, el Consejo a su cargo aportará el 50% del costo del equipamiento. Como de costumbre, el resto del recurso correrá a cuenta del trabajo solidario de los líderes chihuahuenses.