La familia Fernández, encabezada por el santanderino Tomás Fernández Blanco, tiene una trayectoria importante en el sector embotellador y en el ámbito de la banca chihuahuense, no obstante, también se ha destacado en otras áreas como el sector público y social, mediante la fundación y/o apoyo de importantes organismos. Aquí retomamos algunos aspectos de Tomás Fernández Blanco, Benito Fernández Campos y Miguel Fernández Iturriza.
Tomás Fernández Blanco.
La historia chihuahuense registra la llegada de varias familias de emprendedores españoles hacia fines del siglo XIX y principios del XX, que se convirtieron en importantes hombres de negocios y que fueron reconstructores de la economía estatal en la etapa posrevolucionaria. Rivero, Vallina, Díaz, Uslé y Fernández, por citar algunos apellidos, asumieron sectores industriales y bancarios en los años 20, 30 y 40 que, mediante la creación de cámaras y sindicatos, obtuvieron liderazgo empresarial.
De Tomás Fernández Blanco, sabemos que llegó proveniente de Santander, Cantabria, a fines del siglo XIX. Se avecindó en el sur del estado, donde la actividad económica era más importante que en la frontera, en esos años previos a la Revolución. Parral, Camargo, Jiménez y Valle de Allende, fueron polos de desarrollo agropecuario, minero y, también industrial. No obstante, la violencia revolucionaria lo obligó a mudarse apuradamente al Paso, Texas, por el río Conchos y Presidio.
Allá en El Paso, Fernández obtuvo préstamos bancarios con los que fincó su desarrollo industrial en Cd. Juárez, emprendiendo una fábrica de hielo y, muy especialmente, arrendando el permiso de embotellar cerveza, la famosa Cruz Blanca que había iniciado décadas antes en Chihuahua. Y a mediados de los 20, se registra la erección del Banco Mercantil, bajo la dirección de Rafael Vallina García, otro ilustre español que fue más tarde fundador de COPARMEX.
Benito Fernández Campos.
Benito Fernández fue originario de Camargo, segunda plaza comercial que trabajó Tomás. A él le tocó una generación distinta, menos afectada por la inercia de la revolución y más concentrada en el desarrollo de instituciones. Estudió inglés en Estados Unidos y aprendió los negocios con su padre en Cd. Juárez. María Luisa, su hija, nos comparte que la amplia biblioteca de Benito Fernández tiene volúmenes en inglés y en español que abarcan distintas disciplinas, además de la administración.
El perfil de Benito Fernández es el de un chihuahuense ordenado, con horarios definidos en una ciudad bonita y amigable en que era posible ir a comer a casa todos los días. No era un hombre muy expresivo con gestos o palabras, sino que se explicaba con su rutina de trabajo y su presencia tranquila por los espacios de la casa y de las empresas. Tuvo 11 hijos con María Luisa Iturriza Sarandona, mujer que nació en Chihuahua, pero cuyos padres tenían orígenes vascos, cercanos Bilbao.
Benito y María Luisa solían hablar en inglés cuando querían tratar un tema espinoso acerca de los hijos, pues ambos se educaron en el país vecino. Benito, por su parte, estudió en Chicago y pudo ver el impulso industrial de aquella pujante urbe. María Luisa era una católica practicante con rasgos de samaritana, recordados por sus hijos y vecinos en el barrio aledaño al Santuario. Benito era un católico sin aspavientos, como en otros ámbitos, y sabemos de sus convicciones por sus obras.
Las instituciones públicas y sociales.
Benito Fernández Campos estuvo al frente de los negocios familiares, muy especialmente del Banco Mercantil, en donde fue socio de Manuel Gómez Morin. No obstante, su huella por el ámbito público y social, quedó marcada como tesorero del Estado en el polémico sexenio de Óscar Soto Máynez. El Heraldo registra los edictos y anuncios a propietarios y causantes del estado. Pero, más interesante aún, es su rol de tesorero en la benemérita Asociación Municipal de Asistencia Social, antecedente de ICHES y FECHAC y líder en desayunos escolares por dos décadas y media.
María Luisa acota la gestión de su padre en el sexenio de Soto Máynez, explicando que Benito dejó la tesorería antes del movimiento ciudadano que derribó al gobernador. También nos deja ver que Benito, como otros empresarios del tiempo y, como su socio, apoyó al PAN, si bien no fue candidato ni tampoco dirigente y que, ya en los años 80, participó en la campaña de su hijo Miguel, en una cuestionada elección por la alcaldía chihuahuense, como fue también la de la gubernatura en 1986.
Más notorio y destacado fue su liderazgo en la fundación de CANACINTRA, entre los años de 1941 y 1944 que se concretó lo que se conoció primero como CNIT. El sello de esta cámara fue el de las nuevas industrias nacionales, cuando el gobierno federal se echó a cuestas la política de sustitución de importaciones a través del impulso a fábricas pequeñas, a cargo de patriotas esforzados que habrían de suplir la producción foránea.
Benito alternó el gremio de los fabricantes chihuahuenses con sus amistades del Foreign Club, un centro de entretenimiento familiar que, inicialmente, era para extranjeros y que después se abrió a locales, antecedente del Campestre de Chihuahua. Benito falleció en calma a los 94 años.
Miguel Fernández Iturriza.
Nieto de Tomás, Miguel continuó por varias décadas con la embotelladora Coca Cola que había iniciado su abuelo en 1936, hasta constituir una alianza con otras concesionarias del norte y consolidar Arca Continental, el segundo gran refresquero mexicano para Latinoamérica. Más tarde, la familia desarrolló Novamex, embotelladora de Sangría Señorial, Sidral Mundet y Jarritos, para al mercado hispano de EU; así como Brasa, constructora de vivienda de calidad.
Miguel ha sido líder en la ciudad fronteriza, desarrollando y encabezando proyectos como el Plan Estratégico de Juárez que, desde hace muchos años, busca darle sentido al desarrollo de la urbe. Para ello, ha participado en la administración pública, tratando influir de modo positivo. Muchos proyectos, se deben a su empeño desde el Centro Humano de Liderazgo y Desarrollo (CEHLIDER), inspirado en el CELIDERH de Chihuahua. Nuevas generaciones de Fernández siguen emprendiendo en Juárez y cooperando para convertirlo en un mejor lugar para vivir.