Enfrentan balnearios panorama desolador, ven perdido este año

La temporada de albercas dura 5 meses, de los cuales tres ya han permanecido cerrados y van para el cuarto

Antonio Garfio | El Heraldo de Chihuahua

  · domingo 5 de julio de 2020

Asociados de balnearios de Aldama, Camargo, Rosales, Juárez y Chihuahua creen no habrá respuesta favorable por el gobierno para las próximas fechas / Fotos: Gerardo Aguirre | El Heraldo de Chihuahua

Los balnearios del estado continúan cerrados sin fecha de reapertura, y a pocas semanas de que termine la temporada de este año para que abrieran las puertas de los mismos, según explicó el presidente de la Asociación de Balnearios de Aldama, Moisés Hernández.

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“Al gobierno del estado no se le ven ni ganas de dejarnos abrir. Pienso que para este año ya no vamos a reactivar nosotros; hemos mantenido comunicación con los dueños de establecimientos de Camargo, Chihuahua, Juárez, Rosales, y otros municipios que se encuentran en las mismas condiciones”, explicó el propietario de “Las cabañas del Tío Albert”.

Un ejemplo de esta situación es uno de los establecimientos, cuyo nombre ya tiene borrado, el cual se ubica a mano derecha sobre la carretera que conduce de Chihuahua a la cabecera del municipio, donde el equipo y el terreno se ven descuidados, y con letreros de “Se vende”.

Según explicó Moisés Hernández, el año sólo cuenta con cinco meses en donde se puede hacer uso de estos espacios, que es desde abril hasta agosto, y al encontrarnos iniciando julio es casi improbable una reapertura en este punto.

“Si se diera una reapertura con un aforo del 30%, ya sería suficiente, pues nos permitirían pagar la nómina de empleados que no podemos despedir, que se encargan de regar, de limpiar, del mantenimiento de los equipos; así mínimo eso no saldría de nuestra propia bolsa”.

Aunado a ello, Hernández explica que en las conferencias informativas de la Secretaría de Salud, el gobierno federal señaló que las aguas con cloro no son medio de propagación o contagio de la enfermedad, por lo que estos centros no son un peligro ni un riesgo.

“Qué gusto nos daría saber que nosotros nada más cerramos y ya, ahí se detiene todo, pero lamentablemente debemos de seguir pintando, regando y con los gastos de utilidad creciendo, a diferencia de un negocio donde nada más se cierra la reja y se termina el problema”.

En el caso particular de Moisés, explica que su centro recreativo tiene una dimensión de 10 hectáreas que se deben regar, con dos lagos artificiales, los cuales se encuentran a una capacidad menor del 50%, por falta de recursos.

“Nosotros tenemos un lago pluvial aquí en el parque, donde captamos la lluvia para regar, pero ahorita nuestra bomba ya no alcanza lo mínimo, por falta de lluvia, y falta de contención de agua; así está nuestra situación”.

Karina Rodríguez | El Heraldo de Chihuahua