El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), a diciembre de 2022, registró una variación de 0.38 % respecto al mes anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 7.82 por ciento. En el mismo mes de 2021, la inflación mensual fue de 0.36 % y la anual, de 7.36 por ciento.
Entre los productos con precios a la alza se encuentra el chile serrano, con una variación mensual del 39.65%, otros chiles frescos, el jitomate, refrescos envasados; además de las loncherías, fondas, torterías y taquerías; restaurantes y similares; vivienda propia; autobús foráneo, y servicios turísticos en paquete.
Por el contrario, los productos genéricos a la baja, para este periodo son, la cebolla, el tomate verde, la papaya, la naranja, el aguacate; así como el gas doméstico LP, la gasolina de bajo y alto octanaje, y el gas doméstico natural.
El índice de precios subyacente incrementó 0.65 % a tasa mensual y 8.35 % a tasa anual. El índice de precios no subyacente retrocedió 0.40 % a tasa mensual y aumentó 6.27 % a tasa anual.
Al interior del índice subyacente, los precios de las mercancías subieron 0.74 % a tasa mensual y los de servicios, 0.53 por ciento.
Dentro del índice no subyacente, los precios de los productos agropecuarios crecieron 0.50 % y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno bajaron 1.15 % a tasa mensual.
En la primera y segunda quincena de diciembre de 2022, el INPC registró niveles de 126.417 y 126.539, respectivamente. Esto implicó un crecimiento quincenal de 0.10 por ciento. Por último, el Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo (IPCCM) tuvo una variación mensual de 0.37 % y anual, de 8.54 por ciento. En el mismo periodo de 2021, las cifras correspondientes fueron de 0.29 y 8.11 %, en ese orden.
El INPC es un indicador económico que mide la variación promedio de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares del país a lo largo del tiempo. Estas variaciones de precios repercuten de manera directa en el poder adquisitivo y en el bienestar de los consumidores. La tasa de crecimiento del INPC, de un periodo a otro, permite medir el fenómeno económico conocido como inflación.