México puede entrar en una burbuja inflacionaria ante los aspectos económicos mundiales como la caída del precio del petróleo y la pandemia, por los que no se tiene una certeza de estabilidad en un futuro próximo, según indicó Antonio Valadez, presidente de Canacintra en Chihuahua.
El conflicto entre Rusia y Arabia Saudita y la declaración de pandemia por el Covid-19 generaron una sicosis con la que todos los mercados emergentes se vieron afectados, algo que impactó en la Bolsa Mexicana de Valores y en el tipo de cambio de la moneda mexicana ante las demás divisas, lo cual, sumado a la recesión del Producto Interno Bruto eleva la posibilidad de que se registre una burbuja inflacionaria.
Valadez señaló que el país está en condiciones de tomar ventaja ante el panorama de la pandemia, al tener la ventaja de ser de los últimos países en el que se confirman casos de personas contagiadas, aprendiendo de las medidas de precaución y de los errores que cometieron otros países. Para ello es necesario que exista una pronunciación para establecer la prevención debida y evitar mayores consecuencias negativas.
La inminente llegada de una fase dos epidemiológica afectaría la productividad de las empresas, ocasionando una pérdida del valor adquisitivo de la moneda mexicana y luego, una falta de productos.
Para contrarrestar los efectos, Valadez explicó que el gobierno federal debe de implementar mecanismos de apoyo, pues las obligaciones económicas de la ciudadanía no se van a detener, a diferencia de las fuentes de empleo.
“Si se diera una contingencia, la vida sigue y tendremos que seguir pagando lo que son las hipotecas, los créditos, todo eso, pero sin una productividad. Son cuestiones que tenemos que considerar en todo esto”, dijo.
Recordó que durante la epidemia de la influenza H1N1 se utilizaron mecanismos de apoyos financieros que permitieron aminorar el golpe a la economía nacional, algo que debe de emprenderse rápidamente en esta ocasión por parte de la administración actual. Para el presidente, la fórmula correcta es dejar de lado el sentido de ayuda humanitaria y pasar a crear una infraestructura de crecimiento que propicie resultados durante un largo lapso.
“Aquí en Canacintra sabemos que algunas plantas no se están abriendo para que entre gente externa, los ejecutivos no están viajando a sus otras empresas, y por otro lado, los materiales se empiezan a escasear. Nuestras autoridades tendrán que hacer un paquete económico de cómo manejar las situaciones, porque no existe una ley que diga los lineamientos para el coronavirus, aquí tenemos que estar en expectativas”, explicó, y agregó que dentro de la Cámara se han estado haciendo diversos mecanismos y procedimientos con los que las empresas puedan hacer frente a la situación mundial.
Lo anterior, sobre todo en aquellas empresas con una gran cantidad de trabajadores, mientras que las medianas, pequeñas y micro empresas tendrán que tomar sus debidas precauciones y seguir los lineamientos de las autoridades sanitarias han difundido.
Indicó que con el tiempo avanzando y la creación de nuevas tecnologías, la humanidad no puede esperar que un virus derribe las bases que sostienen la sociedad, por lo que resaltó la importancia de la continuidad de proyectos, a pesar de los aplazamientos que se recomiendan o las medidas alternas para evitar la congregación de personas.
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