Los propietarios de expendios y comercios de ventas de bebidas alcohólicas señalaron que por el cierre durante los fines de semana, implementado en el semáforo naranja, esperan una pérdida importante en sus ventas nuevamente.
“Muchos de los que nos dedicamos a esto vendemos casi el 50% durante el fin de semana, ya lo vimos en los cierres pasados, y ahora por tercera o cuarta ocasión, ya ni sé, nos van a perjudicar nuevamente”, explicó uno de los dependientes de estos negocios.
Otro de los problemas que se dispara por esta medida, señalan los comerciantes, es el surgimiento de vendedores clandestinos, quienes realizan una competencia desleal durante el fin de semana, ofreciendo a precios inflados.
Durante el mes de diciembre, cuando se llevó a cabo la anterior ley seca por parte del Gobierno del Estado, la venta de alcohol se desplomó hasta en un 80% en la capital del estado, en comparación a las ventas de 2019.
La falta de fiestas decembrinas y posadas fue en esa ocasión una de las mayores afectaciones para los comerciantes de bebidas, quienes comenzaron a recuperar el flujo en el mes de enero, cuando se levantó la restricción de fines de semana.
“Lo bueno es que no hay fiestas en estos días, como el Día de las Madres o el Día del Padre, pero de todas maneras el calor está muy fuerte, a la gente se le va a antojar una cervecita el fin de semana, y es cuando recurren a los vendedores clandestinos”, explicó el vendedor.
Según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Ecodat) de 2017, Chihuahua se encuentra entre los diez estados que más bebidas alcohólicas consumen a nivel nacional, principalmente cerveza.
En relación con estas cifras, los hombres en Chihuahua consumen cerca de 5.4 litros de alcohol al año en promedio; mientras que las mujeres, en promedio, sólo alcanzan los 3.3 litros de alcohol en el mismo periodo.
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