Hoteles de la ciudad como el Casa Blanca y el Sheraton reiniciaron actividades con un aforo del 30% durante el primer día del semáforo epidemiológico en color naranja, acatando las medidas preventivas estipuladas por las autoridades.
En tanto que hoteles como el Quality Inn San Francisco, en pleno Centro Histórico, permanecen sin ofrecer servicio y así seguirá hasta nuevo aviso. En sus instalaciones continúan colocados los avisos donde notifican que por disposición oficial no están en operación.
Dicho hotel mantiene sus puertas cerradas desde el inicio de la contingencia en la entidad, y hasta ayer lunes continuaban de la misma manera, sin tener todavía una fecha tentativa para la reapertura, de acuerdo con el personal encontrado en las instalaciones.
En tanto que el hotel Casa Grande, en la avenida Tecnológico, está listo para recibir a sus huéspedes: se cuenta con un tapete sanitizante en la entrada principal y a unos metros está instalado un filtro sanitario donde se le toma la temperatura a toda aquella persona que arriba, ya sea huésped o visitante, y se le hace una pequeña encuesta para descartar algún contagio.
En el restaurante del hotel se tiene otro tapete igual y los comensales son recibidos por los meseros que están protegidos con todo el equipo de protección, que consta de guantes, visores y cubrebocas.
Las mesas están separadas a una distancia de mínimo 1.5 metros y restringen la capacidad al 50%o, como lo solicitaron las autoridades. Normalmente el aforo es de 90 personas y ahora está permitido a un promedio de 40 individuos.
Lo anterior fue dado a conocer por Admee Garza, gerente general del hotel, quien refirió que anteriormente las habitaciones estaban al 15% y que los huéspedes únicamente tenían la opción del servicio de alimentos al cuarto, pero a partir de este lunes ya pudieron hacer uso del restaurante con las debidas medidas, al igual que los visitantes.
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