Tardanza en la devolución de impuestos, altas tasas de interés y problemas de descapitalización, plazos largos para el pago facturas por parte de los clientes, son los principales obstáculos que enfrentan empresas nacionales para competir con sus similares de Estados Unidos y otros países.
RECIBE LAS NOTICIAS DE EL HERALDO DE CHIHUAHUA DIRECTO EN TU WHATSAPP, DA CLIC PARA SUSCRÍBIRTE
Así lo señaló Martín Márquez Venzor, gerente general de la empresa PIMA, especializada en el ensamble de estaciones de servicio automatizadas y con sistemas robóticos para la industria manufacturera de exportación (IMMEX).
El empresario indicó que como proveedores de la industria maquiladora tiene que facturarle a tasa cero, pese a que la mayor parte de las piezas y equipos que utiliza para construir las estaciones de servicio son de importación, provenientes de Estados Unidos, Alemania y Japón, por lo que tiene que pagar el 16% del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Esto implica que fiscalmente se tenga que gestionar ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT) una devolución mayor de excedentes del IVA, lo que no se ha podido obtener en lo que va de la actual administración federal.
Agregó que sus clientes son de origen extranjero y los productos que ensamblan o producen los envían a Estados Unidos, pero en lo que se refiere a PIMA, la empresa no puede acceder a los beneficios del Programa de IMMEX para tener los beneficios de este sector, como es la importación de partes, componentes y equipos libres de impuestos.
Indicó que el proveedor extranjero tiene un trato diferente o le venden directamente a la maquila en territorio estadunidense y al traer el equipo a México, entran exentos en el pago de impuestos al considerar una importación temporal.
Otra desventaja que tienen frente a sus competidores, explicó, es el alto costo del dinero en la banca y los programas de financiamiento nacionales.
“Estados Unidos, por ejemplo, el empresario puede acceder a una tasa de interés del 4 por ciento anual, mientras que aquí el más bajo es del 18”, destacó.
El empresario dijo que otro problema que enfrentan son los plazos más largos exigidos por los clientes para pagar las facturas.
Comentó que hace algunos años se inició con un plazo de 30 días, pasó luego a los 60 y 120 para cerrar en 180, con lo que la empresa se ve obligada a financiar a su clientela.
Agregó que hace falta un programa de financiamiento y la agilización en la devolución del IVA, que provoca serios problemas de liquidez a las empresas que no ven para cuándo les van a regresar el dinero pagado por ese concepto.
Te recomendamos: