Medianos y pequeños negocios de productos no esenciales comienzan a brindar servicio a la ciudadanía con la finalidad de obtener aunque sea un poco de recurso para sobrevivir el día a día, pese a los riesgos de salud que conlleva.
Ropa, artesanías, juguetes, artículos de oficina, papelería, videojuegos y electrodomésticos son algunos de los artículos que pueden adquirirse en los comercios abiertos, pese a las indicaciones sanitarias, en las calles del Centro Histórico de esta capital.
Lo anterior ante la necesidad de los comerciantes por adquirir ingresos para la manutención de la familia, pago parcial de la renta de local, necesidades de salud y deudas atrasadas durante esta contingencia sanitaria.
De acuerdo con comerciantes ubicados en El Pasito, las últimas semanas de abril fueron las más difíciles en materia económica para ellos y sus familias, al no tener una manera de obtener los recursos necesarios para subsistir de manera prolongada, lo que comenzó a crear estragos psicológicos y de convivencia.
Razón por la cual tomaron la decisión de reabrir sus locales, pese a la poca afluencia de clientes, puesto que lo poco que ganan al día les da la oportunidad de solventar los alimentos de la familia y ahorrar unos cuantos pesos para afrontar las deudas pendientes.
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