“Durante la temporada de pandemia registramos un incremento de hasta 40% en la venta de carne de puerco, nosotros pensamos que es porque la gente no tenía a dónde ir o en dónde reunirse, preferían hacer comida en sus casas para juntarse”, explicó Daniel Chávez, propietario de Expendio de Puerco de la Tecnológico.
El vendedor señala que también el tema de las granjas estuvo más supervisado durante la temporada de pandemia, pues se incrementaron las visitas de los inspectores sanitarios para revisar la calidad de los animales, así como las revisiones del producto en el rastro.
“De parte de gobierno se pusieron más estrictos en el rastro, en cuanto al inspector de la calidad de la carne para consumo; además en las granjas se acortaron los periodos para la inspección de los porcinos”.
El comerciante señala que en caso de no pasar la certificación como las inspecciones en las granjas de porcinos, las autoridades llevaban a cabo las medidas necesarias para que la carne no estuviera en riesgo de ser consumida o comercializada.
“En caso de que no sea óptima, se hace lo necesario para que el animal no salga a la venta; no sabemos si queman la carne o tenga algún proceso para ponerla fuera de circulación, pero se busca que no genere un riesgo”.
Sin embargo, a pesar del crecimiento que registró el mercado durante los primeros meses de la pandemia, el comerciante señala que con la reactivación volvieron a la normalidad de las ventas, pues las personas comenzaron a optar por otros gastos.
“La gente ya puede ir a un restaurante, a comer en el Centro, en alguno de los puestos; ya no está ‘obligado’ a comprar para preparar en su propia casa, es por ello que volvimos a las ventas que teníamos antes”.
En cuanto a las medidas sanitarias para su establecimiento, precisa que como la comida pasa por tantos procesos de revisión e inspección, no tienen alguna medida distinta, por lo que cumplen con el uso de cubrebocas, gel, tapetes sanitizantes, entre otros aspectos.
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