De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), sólo una cuarta parte de la población mexicana (33.9 millones) tiene la posibilidad de afrontar con sus ahorros una urgencia económica equiparable al sueldo que percibe en un mes.
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Esto quiere decir que más de 80 millones de personas no tienen el hábito del ahorro formal o no cuentan con ahorros suficientes para enfrentar una contingencia.
Lo primero que se necesita para comenzar a ahorrar y crear un fondo para emergencias, es tener unas finanzas sanas y dejar atrás los malos hábitos. Es probable que la clave no esté en los gastos, sino en las malas costumbres que obstaculizan nuestras metas.
La revista de Condusef enlistó cinco errores que te impiden ahorrar, como no llevar un presupuesto, pues esta es la principal herramienta para llevar el control de nuestro dinero, ya que no sólo nos ayuda a saber cuánto tenemos cada mes para gastar, también nos permite conocer si podemos destinar algún porcentaje al ahorro.
Otro punto es que haya un desequilibrio entre tus ingresos y tus deudas. Cualquier deuda supone un problema, pero si no ganamos lo suficiente como para liquidarla en un plazo de entre tres y seis meses, la situación se complica.
Además, salir de compras en cuanto se tiene un poco más de dinero del acostumbrado tampoco es una buena opción siempre, pues aunque no parezca algo grave, gastar dinero en cosas que realmente no necesitas es una fuga en tus finanzas que bien podría ser destinada al ahorro.
El cuarto error es desconocer cuánto destinas al pago de vivienda. Ya sea para pagar una renta o una hipoteca, lo ideal es destinar a ese pago mensual menos del 30% de tus ingresos. Cuando elegimos un hogar, debemos pensar no sólo en lo que podemos pagar ahora, sino en cuánto podremos pagar en un futuro, especialmente si nuestra situación empeora.
Y, el último punto es no llevar un control de las tarjetas de crédito (TDC). Éstas juegan un papel muy importante y llegan a ser incluso un arma de doble filo, sobre todo si eres un comprador compulsivo.
Toma en cuenta que las tasas de interés de las TDC suelen ser de las más caras en comparación con otros tipos de créditos, y el atraso en algún pago puede llevarte a una deuda interminable.
Realizar compras como la despensa, salidas a comer, gastos de diversión, entre otras, suele no ser muy recomendable pagarlas con tu tarjeta de crédito, ya que tardarás más tiempo en pagarlas que lo que hayas disfrutado de las mismas. Además cada pago mensual puede ser una gran oportunidad para acumular en tu fondo de ahorro.
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