Se dice que los millennials son una generación poblada por inconformes, -que son jóvenes que no se adaptan a las normas- y que sólo ven el vaso medio vacío. La realidad es que dicho segmento poblacional, es el puente entre los resabios del siglo XX y el prometedor futuro. Sus discrepancias ante sus predecesores al igual que sus rúbricas de vida, han hecho que personalidades de la talla de Hugo Pérez Garza, empresario y científico chihuahuense, cobren vital relevancia en el mundo de las ciencias por su visión disruptiva de hacer las cosas, haciéndolo acreedor al premio NanoSeries Innovation Award Winner por NanoSeries Conference con sede en la India y su reconocimiento como el CEO más innovador en industria nanotecnológica por el afamado medio británico World Business Magazine en agosto 2022.
Su acercamiento con la industria biotecnológica es tan alucinante como su participación en las mejores podios de innovación, junto con las mentes más privilegiadas de la escena, como lo son el premio Nobel de Química 2016, Joachim Frank, o su consejería ante su majestad el rey Willem Oranje-Nassau de los Países Bajos, sobre asuntos tecnológicos y agenda diplomática con Japón, que han colocado al hombre de 37 años de edad entre los líderes más prometedores de los negocios y las ciencias.
El ‘Viaje fantástico’ que originó todo
¿Te has puesto a pensar si todo lo que viste en la televisión, leíste en clase o escuchaste en la radio repercutió en la persona que hoy eres?, si no lo has hecho, es momento de que comiences a revisar aquellos contenidos de la cultura Pop que disfrutaste en su momento cuando eras joven. Es el caso de Pérez Garza, conferencista y actual CEO DENSsolutions, (Empresa desarrolladora de nanotecnología en Holanda), que tras ver la película de ciencia ficción ‘Fantastic Voyage’,(Viaje fantástico’ en español), a corta edad, tuvo la epifanía de descubrir su profesión casi por accidente.
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“Cuando era niño vi una cinta clásica de Sci Fi (Fantastic Voyage), que despertó un mundo de asombro dentro de mí, al ver un grupo de científicos ser reducido a la miniatura e introducirse en un submarino en forma de cápsula al cuerpo humano. Una vez dentro, los navegantes descubrieron toda clase de irregularidades y sorpresas.” comparte afablemente el también hoy ingeniero molecular, cuya infancia y formación temprana fueron definidos por dichos fotogramas a manera de revelación; añade, “Nunca imaginé que eso pudiera ser posible, o que siquiera existiera una carrera semejante en la medicina, que permitiera un acercamiento de esa manera al estudio del cuerpo humano y el medio ambiente.” señala el multidisciplinario millennial, quién de algún modo cumplió su sueño de hacer ciencia a pequeña y gran escala.
El lugar y el momento correcto
Y aunque el interés por las ciencias biológicas y moleculares emerge con aquel filme, no fue hasta años después, cuando estaba cursando la carrera en el país de la hoja de maple, que la nanotecnología se cruzó en su vida de forma frontal.
“Mi formación inicial comenzó en Chihuahua en el Tec de Monterrey como ingeniero mecánico, no obstante fue hasta que me fui de intercambio a Canadá que descubrí la asignatura de nanotecnología; una materia muy flexible, que se utiliza en cualquier campo de estudio y trabajo; desde la construcción hasta la aeronáutica espacial.” Indicó Pérez Garza, quien no tuvo temor en acercarse a sus tutores para pedir orientación sobre los siguientes pasos en dicha dirección, situación que lo arrojó a Alemania, donde su vida cobró un giro inesperado, al conocer a científicos de punta, entre los que destaca uno de los desarrolladores del nanosensor del ‘Curiosity’ (un vehículo explorador diseñado para investigar el cráter ‘Gale’ en Marte como parte de la misión “Mars Science Laboratory” de la NASA), entre otras grandes mentores.
No obstante dicho personaje no sólo fungió como una voz orientadora, sino que le hizo pensar en todas aquellas otras pasiones dormidas en él, que poco a poco se manifestaban a medida que su carrera avanzaba, como su interés sobre los negocios sin perder el foco por las ciencias.
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Por lo que el camino natural fue prepararse en tales direcciones abonándose así un MBA y un doctorado en Nanotecnología simultáneamente. Sin embargo como suele suceder, las opiniones de la gente no se hicieron esperar, al ver a la joven promesa fluctuar entre distintas ramas, “Con frecuencia las personas me tiraban de loco, -pensaban que no sabía lo que quería y que estaba divagando entre carreras-, pero la verdad era que en mi fuero interno, yo sabía que si complementaba mis estudios científicos con los administrativos, tendría mayores posibilidades de trabajar en la empresa, laboratorio o universidad que me propusiera.” Afirma con alivio el hoy feliz padre y esposo de una familia envidiable.
De manera que antes de los 29 años de edad Pérez Garza ya poseía tres maestrías, dos doctorados y 17 ensayos en medios de divulgación científica, cuando la norma es que los doctorandos publiquen 4 a 5 textos cuando mucho. Su ritmo revolucionado guiado siempre por su espíritu infatigable, lo colocaron frente a personas y lugares con los que la mayoría de nosotros no soñaríamos jamás. No obstante Pérez Garza no hace alarde de ello, su modestia y calidez, revisten con aplomo al genio que hoy conversó con El Heraldo de Chihuahua desde Holanda.
Una supernova imparable
Al igual que dicho cuerpo celeste, la trayectoria del mexicano cada vez se proyectaba más y más alto; no sólo acumulaba reconocimientos y fama mundial en países como EU, China o España, sino que al convertirse en padre de dos pequeños, dimensionó que sino abocaba todos sus conocimientos y esfuerzos adquiridos en años de especialidad, para salvar el medio ambiente de los efectos nocivos del cambio climático por medio de la tecnología, su formación habría sido inservible, “Era momento de hacer algo con todo lo que he aprendido de la mano de las mentes más brillantes de nuestra época.
Tenía que emplear todo ese cúmulo de conocimientos para hablarle a políticos y empresarios sobre la relevancia de actuar en pro del planeta a la brevedad sin mayor preámbulo; de seguir la tendencia como se encuentra hoy en día, no nos quedan muchos años de vida.” Agrega, “Me preocupa que tanto gobernantes como civiles sigan pensando que los recursos naturales son infinitos y que la tecnología no está al alcance de las sociedades para mejorar en corto y mediano plazo, cuestiones que de no ser atendidas ahora lo lamentaremos profundamente para siempre.” Asevera el futuro colaborador de la Universidad de Columbia en Estados Unidos.
Cuando le preguntamos a Pérez Garza qué proyectos tenía en mente para México y su natal Chihuahua, detalló que sostuvo pláticas muy interesantes con funcionarios públicos y hombres de negocios en años pasados para implementar varios de sus planes y revertir problemas que aquejan a la sociedad en el plano de salubridad y medio ambiente, pero que debido a la complejidad y envergadura de los proyectos, dichas propuestas se han pausado. “Pienso mucho en mí país, pero sobre todo en mi estado.
ara mí Chihuahua siempre será mi lugar favorito en el mundo, mi hogar y el lugar que me lo dio todo; no podría no preocuparme por su desarrollo, en especial porque ahí radica toda la gente que amo. Deseo que en un futuro inmediato políticos y otros tomadores de decisiones se apasionen por resolver temas muy concretos como cuidado del planeta, acceso a la salud y creación de fomentos a la investigación, que permitan a la sociedad alcanzar la plenitud en todas las áreas.” Concluye el científico con alma de pastor, quien no pierde la esperanza de que las personas en puestos privilegiados ponderen el bienestar general sin ponerlo en falsa balanza.