“Necesitamos saber qué actividad es la que es importante para nuestra empresa y para nuestros clientes; en estos momentos es importante que nosotros definamos esto”, comentó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Chihuahua, Francisco Santini, durante su plática en ExpoChihuahua.
Lo anterior como parte de su plática “Desafíos del Sector Empresarial, después de la Pandemia” llevada a cabo por el presidente de CCE a través del foro de Expo Chihuahua.
“Uno de los puntos que nos dejó este aprendizaje es el mantenernos digitales, ya que entramos a esta etapa, que si no fue por nuestro gusto, las circunstancias nos obligó a llegar a ello; cada uno de nosotros hemos aprendido a manejarnos en éstas y nos dimos cuenta que son una forma funcional de trabajar”.
Tras la charla que dirigió el Ing. Santini, en entrevista exclusiva para El Heraldo, comentó que se encontraban fijando planes de trabajo, de la mano con el Gobierno del Estado, con el propósito de la reactivación económica de la entidad.
“Consideramos que las medidas son apropiadas, pero principalmente nosotros estuvimos señalando que se reabrieran las líneas de producción de industrias como la automotriz o la aeroespacial, en donde Chihuahua es de los principales proveedores del país”.
Esta medida económica podría evitar que el estado pierda su posición de privilegio dentro de las cadenas productivas en los rubros antes mencionados, los cuales generan miles de empleos en la zona.
“En el caso de los 17 millones de vehículos de exportación mexicana, Chihuahua aporta piezas para 12 millones de ellos, por lo que urge una reactivación del sector, y evitar la pérdida de ese espacio en las líneas de producción”.
En cuanto al semáforo económico que arrojó el Gobierno Estatal, el presidente del CCE señaló que es una medida apropiada, sin embargo para las empresas que más van a tardar en la reactivación resentirán las pérdidas económicas.
“Muchos de los negocios que esperan a su reapertura no van a llegar a mediados de agosto, pues tienen que pagar renta, pagar a sus colaboradores, además de los pagos de impuestos, y todas las deudas que no se detuvieron con esta contingencia”.
En comparación con otras entidades, precisó que están padeciendo las consecuencias de una reactivación parcial, lo que en muchas ocasiones causa más pérdidas de lo que puedan recuperar esos negocios.
“Torreón y Monterrey son ciudades que ya comenzaron con la reapertura de pequeños espacios como restaurantes, pero en esos casos sale más caro tener un aforo del 20% y con los refrigeradores funcionando, la luz encendida, entre otros aspectos”.
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